El “gurú” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, ha vaticinado que el 50 % de los europeos se contagiarán en los próximos meses con el bichito chino, en su versión Ómicron. La cuestión tiene guasa porque ya hace dos años El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (CEPCE) avisaba del peligro del nuevo virus COVID-19, En China todavía andaban medio disimulando, pero ya debían tener una buena montada. Dos años ya y todavía estamos en esas.
Más de dos años en los que Sánchez ha aprovechado la ocasión para entrar como elefante en cacharrería en casi todos los órganos e instituciones del Estado. Echó a personas válidas pero poco dúctiles para colocar a sus peones, con o sin méritos acreditables, la mayoría sin, pero sumisos ellos.
Le da igual la, para él, anticuada y molesta idea de la separación de los Poderes del Estado. Si algún tribunal se enrisca dictando sentencias que puedan mínimamente entorpecer sus objetivos, utiliza dudosamente ética herramienta del indulto y se acabó. Tampoco le ha temblado el pulso, ni se ha sonrojado, en el intento de cerrar el Congreso de los Diputados, con la complicidad de la presidente del Congreso, Meritxel Batet. Cuenta, además, con un cuarto poder entregado en su mayor parte. La mayor parte de los grandes grupos de comunicación están en manos de multimillonarios con ideas globalistas e interesadamente próximos a los políticos que dicen profesar ideas socialistas y comunistas, las más adecuadas para sus ansias de control, las más liberticidas. Muchos iletrados y vendidos periodistas se cubren bajo ese estúpido halo de superioridad moral de la izquierda, sobre todo de la izquierda caviar.
El 1 de junio de 2018 Sánchez logró la aprobación de la moción de censura del presidente Rajoy, gracias a la esperada y habitual traición del PNV. Poco después, se supone que amparado por el Real Decreto-Ley 4/2018,colocó a Rosa María Mateo para controlar la RTVE. Hace poco el lento Tribunal Constitucional ha sentenciado que la designación de Rosa María Mateo fue inconstitucional. A buenas horas salen con esas, Pedro y Pablo (los Picapiedra) llevaban desde julio de 2018 haciendo de las suyas en RTVE y sin ruborizarse.
Tras las elecciones del 28 de abril, a Sánchez no le salían las cuentas y se le amontonaron las neuronas. Con Unidas Podemos no le salían las cuentas. Sin embargo, con Ciudadanos sí que hubiera podido formar un gobierno bastante estable. De hecho, si hubieran llegado al acuerdo seguro que nos hubiéramos ahorrado muchos dolores de cabeza, pero ninguno de los dos fue lo suficientemente generoso, ninguno de los dos pensó en España. Por otro lado, esperar una gran coalición PSOE-PP, al estilo alemán, era impensable con la mentalidad de estos raquíticos políticos, a pesar de que algunas voces en ambos partidos apostaban por esa posibilidad, dando extrañas muestras de un racional sentido de Estado y verdadero patriotismo. Yo creo que Sánchez tenía ya clara su hoja de ruta, o la de Zapatero. No era otra que gobernar con Podemos si o si, y de paso, si podía, que no ha podido, fagocitarlo. Por eso en abril se enrocó y dejó pasar los meses mareando la perdiz hasta el 10 N.
Entre tanto se aseguró el control absoluto del PSOE y envió al ostracismo a la parte menos radical y más racional del PSOE, aunque luego algunos de ellos, los de menor mérito, han preferido inclinar la testuz por un trozo de la tarta. Mientras llegaban las siguientes elecciones fue tomando contacto con los resortes de su recién adquirido poder (Falcon incluido) y ampliando el control sobre instituciones y Administración del Estado, en las que pronto comenzó a infiltrar sus tentáculos.
Al final, después del 10 N, Pedro Sánchez, que se dejó en el camino 750.000 votos por enrocarse, ya no podía optar a un acuerdo con un Ciudadanos que ya no podía sumar, un problema menos para el presidente, se le simplificaba la ecuación, que es lo que él siempre necesita, todo simple. Ciudadanos se había estozado (como decimos por Aragón y Navarra), había perdido 47 escaños, el precio de no intentar un acuerdo “menos malo” para los españoles después del 28 de abril. Por supuesto ni hablar de gran coalición. Los números con Unidas Podemos tampoco le daban a Sánchez, que había perdido tres escaños. Esta vez Pablo Iglesias, con 2 escaños más que le sabían a gloria, citó al torito. Pero esta vez Sánchez opta por negociar apoyos de legislatura con otros 9 ó 10 partidos de todo tipo de pelaje y gobernar, en minoría, en coalición con UP.
A partir de ahí el sainete nacional sube de tono, empieza la marimorena. A principios de enero de 2020, recién estrenado el gobierno de coalición de socialistas con comunistas, empezó a causar cierta preocupación la expansión del COVID-19. Ese mes la OMS, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (CEPCE) y nuestro CSIC avisaron del peligro de este nuevo virus. El gobierno Picapiedra seguía a lo suyo, coloreando las Instituciones y la Administración General del Estado, en lugar de hacer acopio de material sanitario y medios de protección para garantizar la protección de los trabajadores de la sanidad, como aconsejaba la OMS.
Desde muchos organismos internacionales y nacionales, advertían del riesgo de seguir celebrando eventos multitudinarios, pero aquí no se paró casi nada, se celebraron competiciones deportivas, se realizaron las masivas concentraciones del 8M y no se controlaron los aeropuertos ni las fronteras, aquí entraba el que quería, con o sin virus. La OMS, una vez se celebró debidamente el 8M, declaró la pandemia, el día 11 de marzo de 2020, cuando Italia ya había confinado a todo el país hacía dos días. Nosotros a verlas venir.
De repente, el 14 de marzo, con algunas ministras y la esposa del presidente infectadas, al gobierno le entraron las prisas y decretó un excesivo Estado de Alarma que fue validado, para un periodo inicial de 15 días, por un Congreso de corderitos bien pastoreados. En ese momento en España había 7.753 casos de contagio detectados y 288 fallecidos por el Coronavirus. El Estado de Alarma se fue prorrogando, hasta el 21 de junio, más de tres meses en los que se mantuvo a la población con restricciones de movilidad y de reunión más bien propias de un estado de excepción. Ni siquiera se plantearon adoptar otras medidas que hubieran resultado más eficaces y menos gravosas para nuestra economía, como lo fueron en otros países: la fabricación de mascarillas, como hizo Corea del Sur (10 millones al día), los test masivos periódicos, el aislamiento selectivo de los casos detectados y sus contactos y el uso extensivo de aplicaciones tecnológicas para el control de los confinamientos y los avisos de proximidad a focos de contagio. Nuestro gobierno eligió el camino más duro para la población y más fácil para ellos, además de ofrecer buenas oportunidades de negocio a algunos allegados. Al final ha resultado que el Tribunal Constitucional, más de un año después, ha decidido que aquel estado de alarma era inconstitucional, pero el daño ya no se puede reparar y el gobierno se va a ir de rositas, a menos de que se lo hagan pagar en las próximas elecciones. Pero la memoria de los españoles está en crisis, no sé si se lo harán pagar como es debido.
CURVAS EXPANSIÓN COVID 19 EN COREA DEL SUR, ESPAÑA Y PORTUGAL
Elaboración propia, datos de diversas fuentes
Mentiras, retrasos y continuas contradicciones sobre las mascarillas, los test, los respiradores y los muertos, mientras se decretaba el cierre de alojamientos turísticos, se producía un crecimiento repentino de desempleados, y emergían de la nada comisionistas y “amigos de…” a la caza del suculento trozo de tarta, a costa de los españoles encerrados en casa y sometidos a un continuo bombardeo desinformativo y a las soflamas del “Aló Presidente”. Un mes después de haber sido decretado el Estado de Alarma Pedro Alonso, epidemiólogo y director del Programa Mundial de Malaria de la OMS era tajante: «Si no estuviera en la OMS contestaría con otra libertad, pero solo diría una cosa: tenemos la tasa de mortalidad por coronavirus más alta del mundo. No hay lugar para la autocomplacencia ni para la auto congratulación. Esto requerirá ser mirado con detenimiento porque no puede ocurrir por casualidad«.
Se dedicaron medios del Estado, de la Guardia Civil en concreto, para “minimizar ese clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno”. Igualmente se emplearon recursos para contratar empresas de comunicación (Newtral, por ejemplo) con el fin de controlar las redes sociales, eliminar contenidos críticos e impedir acceso de algunos usuarios a diversas plataformas. Aceleraron la operación de desembarco de sus acólitos en instituciones del Estado que siempre han deseado controlar: Banco de España, Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF), Comisión Europea, Consejos de Estado y de Transparencia, del Poder Judicial, Comisión de Control CNI. Ante todas esas intentonas, y unas cuantas más, siempre ha habido resistencia. Si alguien le afeaba su conducta el gobierno ha disimulaba, pero persistía en su intento de asalto para controlarlas. El Tribunal Constitucional también ha declarado ilegales los mencionados nombramientos de Iglesias e Ivan Redondo para la Comisión de Control del CNI, pero es igual, Sanchez sigue haciendo sus paseíllos como si no pasara nada.
Mientras, los españoles seguíamos en arresto domiciliario o, posteriormente, sometidos a unas restricciones, más o menos duras e ilógicas. No he visto medidas, eficaces tendentes a ofrecer las condiciones favorables para disminuir el paro en general y, en especial, el paro juvenil. Tampoco he visto una preocupación verdadera por minimizar los desastrosos efectos sobre las pequeñas y medianas empresas, y sobre los autónomos; prácticamente todas las medidas tomadas en ese sentido han sido de puro maquillaje y de muy poca eficacia. Solo hay que recorrer las calles de cualquier ciudad española, para ver la cantidad de persianas echadas, muchas de ellas de manera definitiva. La solución no está solo un ingreso mínimo vital, tan deseado por Iglesias, lo que hace falta son facilidades para posibilitar el emprendimiento empresarial y trabajo para ganarse la vida, sin tener que depender del Estado. Hubiera sido mejor compensar directamente el descenso de facturación a las PYMES y autónomos, en una proporción adecuada (70% u 80), como se ha hecho en otros países.
Al acabar el primer estado de alarma, con el Real Decreto Ley 21/2020 de 9 de junio, se regulaba la “nueva normalidad”, con la que decaía el “mando único”, que inicialmente tanto le gusto y de mucho le valió a Sánchez y a algunos de los suyos, aunque luego le resultase una pesada carga, por el aluvión de críticas que debía de soportar de dentro y de fuera de la piel de toro. Les traspasó el problema a las CCAA, sin darles los mecanismos legales necesarios para poder gestionar las diversas situaciones con las que se podían encontrar.
El 9 de noviembre de 2020, después de pasar un verano como se pudo, intentando recuperar algo del turismo, sin aplicar los necesarios controles de entrada al país, llegó otra ola de contagios. El gobierno presentó al Congreso el decreto de un nuevo Estado de Alarma, pero esta vez proponía una duración de seis meses, sin tener que cumplir con el requisito legal de solicitar la prórroga al Congreso de los Diputados después de los primeros 15 días. Al final todos los partidos, menos uno, llegaron al acuerdo de una duración de cuatro meses. El caso es que la mayoría de los diputados apoyó el decreto y los españoles volvimos a estar castigados, con los derechos de movilidad restringidos, pero esta vez con medidas diferentes dependiendo de la Comunidad, provincia o municipio en la que se habitara. Y el Congreso en estado de hibernación.
Entre los Estados de Alarma, la alarma del Estado y la parálisis parlamentaria, el señor Sanchez y sus secuaces han campado a sus anchas, tapando escándalos como el de las maletas de Delcy, el casoplón de Pablo, o soltando máximas del más puro estilo estalinista como la espetada por la señora Celaá de que “los hijos no son de los padres”. Han lanzado la peor Ley de Educación de la democracia, han presentado leyes como la de Memoria Democrática, la de Igualdad o la de Transexualidad (o como se llame), tan innecesarias como inoportunas. En lugar de pagar, sin escatimar, y puntualmente los ERTES, aprovecharon para realizar, “en aras del bienestar social”, una de sus máximas aspiraciones: sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos (donde él nunca quiso estar) ¡Que fijación la suya! Tampoco dejaron pasar la oportunidad de prevaricar, cesando al recto y honorable coronel de la Guardia Civil Perez de los Cobos, por cumplir con su deber de guardar el secreto sobre las investigaciones judiciales a cuenta de la autorización gubernamental para realizar el 8M. Y, como no, como casi siempre hacen cuando tocan poder, distribuyeron las riqueza como les vino en gana entre sus huestes, mediante subvenciones, como la concedida a la compañía aérea Plus Ultra o a través de diversas contrataciones sospechosas a empresas de personas próximas a ministros como Ábalos o Illa, o haciendo improcedentes nombramientos de incapaces asesores y jefes de gabinete.
Por supuesto ni se han planteado presentar iniciativas para incentivar la natalidad, que en España está bajo mínimos, ni se han planteado seriamente la posibilidad de ofrecer ayudas a mujeres embarazadas con problemas económicos o de cualquier tipo, para este gobierno el aborto es la solución. Tampoco están poniendo toda la carne en el asador para atajar el problema del tráfico de personas y la consiguiente inmigración irregular. Siguen si dotar adecuadamente las acciones que se están realizando en los países de origen, pero tampoco dejan hacer un control adecuado de fronteras y aguas territoriales, aunque no lo sean, parecen colaboradores de las mafias que controlan gran parte de esos movimientos migratorios.
Todo este tiempo han estado aprovechando para sacar los decretos más infumables o para legislar contraviniendo la Constitución. Lo han hecho en la creencia de que no se iban a poner recursos de inconstitucionalidad y en la confianza que da la lentísima capacidad de resolución de ese tribunal. Desde hace años se están aprobando proyectos de ley con tufillo pero, como han escaseado los recursos de inconstitucionalidad y el TC no ha actuado de oficio, al final una parte de la legislación transita en paralelo a la Constitución, pero no en la dirección correcta. Para terminar de liarla, algunas sentencias de altos tribunales llevan en sus entretelas interpretaciones de los preceptos constitucionales que, aun siendo eso, interpretaciones, han dejado una estela jurisprudencial que es aprovechada, en no pocas ocasiones, para beneficio de quien tiene como objetivo romper nuestro Estado de forma no democrática.
Pero tranquilos ya hemos superado a Grecia en las estadísticas del paro, ya vamos primeros. A propósito de este tema, no he oído nada en estos meses de alguna propuesta seria para cambiar la estructura productiva del país, de una reindustrialización o de la posibilidad de reactivar las zonas deprimidas de nuestra geografía, mediante inversiones en transportes, vías de comunicación y conectividad. Ni siquiera a los de la “Teodocracia”, tan buenos chicos ellos. Tampoco a los tan bien subvencionados sindicatos.
Esto del voto se nos está poniendo complicado a los españolitos de a pie. Antonio Machado escribió este poema dedicado a nosotros:
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
A mí me lo hielan ambas. Mientras, hago lo que puedo para que despierte la tercera España, la nueva, la que mira al futuro y no al ombligo.
Zaragoza, 16 de enero 2022
LUIS BAILE ROY
1 comentario en “ECHANDO LA VISTA ATRÁS. MIRANDO ADELANTE”
Luis cómo bien narras,la pandemia ha sido muy conveniente a este desgobierno para implantar políticas bolivarianas actuando a sus anchas nombrando amigos en Instituciones y Organismos y colocando adictos donde le ha convenido. La ley la ha sorteado mientras ha podido y ha gobernado a golpe de Real Decret-Ley. Espero que nuestra querida y amada España resista hasta las próximas elecciones y podamos deshacernos de este Maquiavélico Presidente.