29 de septiembre de 2025 17:58

Blog sobre demografía y política

 «La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los  remedios equivocados.»  Groucho Marx

MÁS INFIERNO DEMOGRÁFICO. POLITICAS (III)

Unas propuestas para aligerar la presión fiscal para las parejas jóvenes que se plantean tener tener hijo y no se atreven en las circunstancias actuales

¿Qué encontrarás en este artículo?

POLITICA FISCAL

Para cambiar el desastroso rumbo de nuestro particular desarrollo demográfico, también en materia de fiscalidad deberían arrimar el hombro todas las administraciones. La presión fiscal o tributaria se define como los ingresos que obtienen las administraciones públicas de un país por los impuestos que recauda. Se expresa por el porcentaje del PIB que suponen los impuestos pagados por los ciudadanos:

PF= (Recaudación fiscal / PIB) x 100

En la recaudación fiscal se incluyen todo tipo de impuestos (directos e indirectos) pagados por las empresas, sociedades y particulares. Es decir, conceptos como el IRPF (impuesto sobre la renta de personas físicas), el IVA, impuesto de sociedades, cotizaciones sociales, IBI, impuesto de circulación, de sucesiones y donaciones, de actos documentales…… ¿Sigo? Si calculáramos todo lo que cualquiera de nosotros pagamos de impuestos, tasas y otras zarandajas, podríamos sufrir una depresión de la que, quizás, no nos recuperaríamos. La buena noticia es que, aun siendo de los países del pelotón de cabeza a nivel mundial en cuanto a presión fiscal, no somos de los que la tenemos más alta. Y, por lo menos hasta no hace mucho, los servicios que obteníamos a cambio eran más y mejores que los ofrecidos en la mayoría de los países del mundo. Por poner un ejemplo: nuestro vecino del sur, el Reino de Marruecos, al que se le atribuye el puesto 63º a nivel mundial según su PIB y que, sin embargo, en cuanto a su PIB/per cápita ocupa la posición 131ª de 196 analizados , tiene una presión fiscal del 26,4%, pero con unos servicios al ciudadano muy por debajo de los que disfrutamos aquí con una presión fiscal cercana al 38%. Pero esa situación es mejorable. Por si alguien empezaba a sacar pecho, también debo recordar que, según el Instituto de Estudios Económicos, los contribuyentes españoles soportaron en el 2023 un esfuerzo fiscal (presión fiscal ajustada al nivel de renta) de un orden de un 13% superior al de la Unión Europea.

De todos los tipos de impuestos arriba mencionados, me voy a tratar en esta ocasión solo de los que interesan al objeto de este artículo. Primero al IVA aplicado a los productos de alimentación e higiene y, en particular, de los que tienen que ver con el cuidado y crianza de los niños en sus primeros años de vida. Porque si a las dificultades, a las que me he venido refiriendo, para la emancipación, la creación de un hogar y la toma de la decisión de tener hijos, añadimos que prácticamente todo lo que han de adquirir los padres para la crianza y cuidado de sus hijos está gravado con un 21% de IVA, exceptuando los productos alimenticios y medicamentos, podemos empezar a pensar que la política fiscal que están aplicando TODOS nuestros dirigentes no ayuda en absoluto a corregir la bajísima tasa de natalidad en nuestro país.

He revisado documentación reunida al principio de una investigación que hice hace pocos años sobre los productos y objetos que normalmente precisan los padres, por lo menos para su primer hijo, los siguientes en muchos casos “heredan” lo que haya quedado útil de sus hermanos mayores. El coste anual de la crianza del primer hijo durante los tres primeros años de vida podía suponer unos 9.000 euros, con casi todos los productos, incluidos los pañales, gravados con un 21% de IVA, Al final la cuenta salía cercana a los 10.000 euros. La rebaja a un 4% (por ejemplo) o la eliminación del IVA para esos productos significaría un pequeño esfuerzo para la hacienda pública y sería una medida que ayudaría, junto a otras, a corregir la tendencia que nos aboca a una calamitosa situación demográfica y de difícil solución en el plazo de 40 o 50 años, si el futuro no tiene a bien sorprendernos con un cambio de mentalidad y formas de convivencia en las generaciones venideras.

Fui, entonces, moderado al no introducir los gastos referentes a ocio, celebraciones, educación ni a sanidad. Lo referente a educación no lo he incluido ahora ya que lo traté en un artículo anterior. En cuanto a la sanidad, como se sabe en este país es gratuita, con la excepción de algún gasto farmacéutico y los posibles copagos de medicaciones.

La cifra de nacimientos en 2024 rodó los 220.000, de los que un buen porcentaje eran hijos de inmigrantes; esto significaría que hacienda dejaría de ingresar unos 73 millones de euros con la reducción que proponía más arriba, una merma que, para un país con un Presupuesto General del Estado rondando el medio billón de euros, no es significativo. No creo que sea un disparate teniendo en cuenta que nuestros gobiernos deberían tener claro el objetivo de reactivar la natalidad hasta llevarla a la cifra de 600.000 nacimientos año. Esta medida, entre otras, animarían a las parejas jóvenes que, a pesar de desear tener hijos, no se deciden, entre otras causas, por los gastos que ello supone y que les resulta difícil de soportar en su situación económica.

En segundo lugar, en aquel estudio me referí al IRPF. El tratamiento que se les daba en este tipo de impuesto a las parejas con hijos, a mi entender, era cuando menos desacertado y ahora es peor. Los tipos aplicados entonces a las bases liquidables hasta 35.200 € son excesivos. Supongamos una pareja en la que solo uno de ellos trabaje, y gane un sueldo bruto de 35.200 € (que es mucho decir), el IRPF que le correspondería sería 2.365,5 hasta los 12.450 al 19%, 1860 € desde los 12.450 hasta los 20.200 al 24% y 4500 € desde los 20.200 hasta los 35.200 al 30 % (Tabla 2). En total 8725,5 €. Ese sueldo bruto anual quedaría en 26.474 netos aproximadamente, escasamente 2.000 € al mes, a los que habría que restar otros cotizaciones, tasas e impuestos de diferentes administraciones. Con ese panorama difícilmente podrán afrontar todos los gastos de alquiler o adquisición de vivienda y el mantenimiento del hogar, la manutención, transporte, etc. de dos personas.  En este caso, la pareja contaba con la ventaja de una reducción en la declaración de 5.500 € por mínimo personal (ver tabla 3, de deducciones personales y familiares) que algo aliviaba la situación.

Tabla de tramos de retenciones IRPF 2018
Base liquidable generalTipo impositivo 2018
DesdeHasta 
0€12.450€19%
12.450€20.200€24%
20.200€35.200€30%
35.200€60.000€37%
60.000€45%

Fuente: https://www.rankia.com/blog/irpf-declaracion-renta/3527053-cuales-son-tramos-irpf-2019

Deducciones por situación personal y familiar

                Fuente: https://cursos.com/tablas-irpf-tramos/

En cuanto la pareja toma la decisión de tener un hijo, la situación se les complica, porque no solo van a tener que renunciar a algunas libertades, como las de viajar a su manera, salir cuando quieran, ver la tele o dormir cuando les plazca, además van a tener que ajustarse el cinturón, porque ya hemos visto los gastos anuales que se les vienen encima. De los casi 32.000 € de que podrían disponer contando con la deducción mencionada, pasarían a disponer de aproximadamente 18.000 €, una vez descontados los gastos del nuevo miembro de la familia, por el que hacienda solo deduce 2.400 €, es decir que contarían con unos 20.400 € anuales; una cantidad sensiblemente inferior a la que disponían antes de tener su primer hijo. La cuestión no es que el Estado tenga que asumir las consecuencias de la decisión de tener hijos, la cuestión la quiero centrar en que a aquellas unidades familiares, de convivencia, o como se les quiera llamar, que deciden tener descendencia se les reconozca algún tipo de ventaja, de tal manera que no suponga para ellas una renuncia a “todo”, además de su renuncia a dormir una noche seguida, a pasar un fin de semana donde les plazca o puedan ir a un concierto o al teatro cuando les apetezca. Ahora podríamos pensar en lo que podría suceder con una pareja en la que, aun trabajando los dos, no cuenten con más de 2000 € netos al mes que, por cierto, es lo más frecuente. Muy ajustado, ¿verdad? O quizás penoso. Piénsese que, cuando realice el estudio, allá por 2019, según lo publicado por la OCDE: “en España, a un trabajador medio con dos hijos se le descuentan por IRPF cinco puntos menos que a un declarante sin hijos, cuando en Suecia, el descuento era de 7,5 puntos y en Francia de 8,4”. Y las cosas no han cambiado nada, si no han ido a peor.

En la tabla siguiente detallo las ayudas económicas por natalidad que, entonces, se concedían en unos cuantos países europeos, por dar alguna idea de cómo deberían ser las ayudas por ese concepto en nuestro país.

Ayudas a la natalidad en algunos países europeos (referidas a 2016)

PaísAyuda directaAhorro fiscalObservaciones
FranciaEntre 129 y 460 €/mes, según nº de hijos8,4% 
Alemania184 €/mes hasta acabar los estudios13,83% 
PortugalEntre 26 y 140 €/mes según nº de hijos Deducciones para abuelos que se hagan cargo de gastos de educación y sanidad de los nietos
Italia77 euros por el primer hijo, con el límite de renta de 68.749 euros  
Suecia115 €/mes por hijo hasta los 18 años  
Noruega125 €/mes por hijo hasta los 18 años El Estado abona a la familia el coste del centro educación infantil en caso de no ser público
Finlandia140 €/mes por hijo Abonos para el cuidado de los hijos, tanto si lo hacen los padres como otra persona. Toda la educación gratuita

Elaboración propia a partir de datos obtenidos del artículo de M. Sío Dopeso en La Voz de Galicia el 22/11/2016 [1]

Con estos datos en mente, imaginemos que, en un alarde de generosidad y con la mirada puesta en un futuro a 50 años vista, los políticos deciden aparcar las diferencias de la política diaria y se ponen a trabajar por el futuro de los españoles y de la pervivencia de nuestra sociedad, sin entrar a valorar el modelo de la misma que cada facción política prefiere, teniendo sólo en cuenta la supervivencia de nuestra forma de convivir que, además puede ser modulada de una forma u otra, según aquellos modelos.

Supongamos que llegasen al acuerdo de adoptar medidas conducentes a incentivar la natalidad y que lo hicieran a modo de pacto de Estado. Supongamos también que, en este concreto aspecto de las ayudas económicas y fiscales, deciden:

1. Rebajar la presión fiscal para las familias con hijos, de tal manera que las deducciones de IRPF por situación familiar y personal mostradas anteriormente se incrementen hasta las indicadas en la tabla siguiente.

2. Asignar una ayuda económica mensual de 150 € por hijo hasta los 18 años o hasta que el hijo deje de estudiar para entrar en el mercado laboral.

MINIMO FAMILIARDEDUCCIÓN DE IRPF
DESCENDIENTESPRIMER HIJO3500 €
SEGUNDO HIJO4000
TERCER HIJO5500
CUARTO HIJOS O MÁS 6000

La aplicación de estas medidas podrían significar una disminución de ingresos en Hacienda que podrían rondar los siete mil millones, cantidad que supondría para los PGE un 1,4%. Proporción nada despreciable, pero muy justificable, teniendo en cuenta que, en este caso, su finalidad tiene un verdadero contenido social, además de ser indudablemente justa, pues reconoce y recompensa a aquellas personas que, conscientemente o no, están ayudando a su nación a intentar conseguir una adecuada estructura demográfica.

Pienso que, en los hogares, sobre todo en los constituidos por jóvenes que acaban de emanciparse, la decisión de tener o no hijos no solo depende del factor económico, indudablemente intervienen factores éticos, morales, de miedo al futuro, de miedo a perder independencia, etc., pero las administraciones públicas tienen en su mano, por lo menos, reducir la importancia del factor económico. Aunque no puedo dejar de recordar la enorme influencia que aquellas y los partidos políticos pueden ejercer mediante la educación y los medios de comunicación social y, por tanto, la indudable responsabilidad que tienen en la creación de opinión y tendencias sociales.


[1] M. Sío Dopeso, “España está a la cola de Europa en ayudas fiscales por tener hijos”, La Voz de Galicia, 22 de noviembre de 2016,  https://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2016/11/22/espana-cola-europa-ayudas-fiscales-tener-hijos/0003_201611G22P3991.htm

[2] “Encuesta Continua de Hogares Año 2017”, INE, 12 de abril de 2018,  http://www.ine.es/prensa/ech_2017.pdf

[3] “Encuesta Continua de Hogares Año 2018”, INE, 2 de abril de 2019,  http://www.ine.es/prensa/ech_2018.pdf

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Luis Baile Roy

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