HACE SOLO CUATRO AÑOS
El 30 de abril de 2020, en plena pandemia del COVID 19, publiqué un artículo en que, resumiendo mucho, venía a expresar, no mi asombro porque sabía de que tipo de personas estaba escribiendo, pero si recriminación ante aquella grave irresponsabilidad de la élite gobernante, que después costaría miles de víctimas mortales, cientos de miles de infectados por virus y el colapso de un Sistema Sanitario poco preparado para lo que se le vino encima. Entonces creo que fui suficientemente claro, cuando decía:
“….había información suficiente y de calidad como para que se hubieran tomado en serio las medidas preventivas que venían demandándose. No se hizo porque pesó más la economía que la salud en la trucada balanza de los gobiernos….”
A la falta de previsión, a pesar de tener información suficiente desde hacía tiempo sobre el peligro real de propagación de esos tipos de virus, se le unió tal y como también entonces escribí la casi nula capacidad de reacción en tiempo oportuno:
“…. más tardía aún fue la reacción de nuestro gobierno. No sé si todos los organismos nacionales concernidos en las funciones de alertar, prevenir y preparar para una crisis de este tipo advirtieron tarde o no, pero el hecho es que las medidas a corto plazo se tomaron tarde. Por supuesto que las medidas preventivas a largo plazo no las han tomado ninguno de nuestros gobiernos de los veinte últimos años, a pesar de que advertencias existían abundantes……”
El resultado, tal y como expuse en otro artículo publicado el 14 de mayo del mismo año, fue que, mientras que en Corea del Sur, un país previsor y en el que se tomaron a tiempo las medidas adecuadas, tres meses después de haber detectado el primer contagiado tenían unos 10.000 casos de coronavirus, en España en el mismo intervalo de tiempo pasamos de uno a 230.000 casos de contagio.
Después seguí denunciando los continuos despropósitos de aquel primer gobierno de Pedro Sánchez, que ya entonces apuntaba maneras. Tal fue mi empeño, que ya entonces pude comprobar el talante intransigente, que después los sucesivos gobiernos han ido perfeccionando con los que no opinan igual, ni aplauden con las orejas a su amado líder. Tengo que reconocer que no fue para tanto, al fin y al cabo solo me dejaron sin Facebook una larga temporada y tengo que reconocer que me vino muy bien.
HACE 249 AÑOS
Aquellas circunstancias me han venido a la cabeza estos días, cuando he estado reflexionando sobre las circunstancias que se han concitado alrededor de la maldita Gota Fría o DANA, como prefieran, que ha arrasado varias poblaciones y campos al sur de Valencia. En este caso, hace ya años, también se había hecho un serio trabajo de inteligencia, por el que a los responsables políticos concernidos les había llegado la suficiente información como para haber adoptado las medidas preventivas necesarias. No pueden excusarse en el incremento de la violencia de las crecidas de tal o cual barranco como consecuencia del cambio climático. Esto viene de largo, el geógrafo, botánico y naturalista valenciano Antonio José Cavanilles, entre 1795 y 1797, escribió el manual “Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia”. En esa profusa obra del barranco del Poyo, uno de los principales causantes de esta tragedia, dice:
“Su profundo y ancho cauce siempre está seco, salvo en las avenidas quando recibe tantas aguas y corre tan furiosamente que destruye quanto encuentra” y recuerda que, en 1775, una noche la crecida fue tan grande, violenta y repentina que azotó la localidad de Chiva, “sorprendiendo a sus vecinos y destrozando un número considerable de edificios, causando también fallecidos que esparció aguas abajo”
Hace 249 años ya pasaba lo que sucedió a finales del mes pasado y se viene repitiendo casi anualmente, aunque con tanta virulencia no sea tan frecuente. Pero, el hecho de sufrir tantas riadas e inundaciones en la misma zona y las permanentes advertencias y soluciones aportadas por los técnicos, deberían haber hecho movilizar los recursos públicos necesarios para evitar o, al menos, minimizar, los desastrosos efectos del desbordamiento de los barrancos de esa zona.
LO DE SIEMPRE, LOS DE SIEMPRE
No ha sido así, en alguna ocasión por oposición de partidos políticos como el PSC y el PSOE, además de la de los nacionalistas catalanes, negándose a la puesta en marcha del Plan Hidrológico Nacional, incluidas las obras referidas a estos barrancos; otras por una supuesta (o falaz) falta de recursos económicos, mal gastados en ministerios, secretarías y direcciones generales absolutamente prescindibles; otras por la resistencia de los ecologistas de salón, con sus trasnochadas teorías sobre dejar en paz a los ríos. Lo cierto es que esas actuaciones que se han demostrado tantas veces imprescindibles no se han ejecutado y la última consecuencia de esa falta de responsabilidad y de humanidad son esos 220 fallecidos, mucha gente absolutamente arruinada y alrededor de 20.000 millones de pérdidas materiales.
Me pregunto ¿cuánto costaban esas obras y canalizaciones? ¿Alcanzaban siquiera a la mitad de las pérdidas que se han producido en esta ocasión? ¿Es justificable el sacrificio de esas vidas humanas con tal de salvaguardar los “principios de los ecologistas”? ¿Qué beneficio se ha sacado de la urbanización y la venta de suelo “edificable” en zonas “inundables”? y, sobre todo, ¿por qué desde 1797 ningún gobierno ha sido capaz de llevar a cabo esas obras y actuaciones tan necesarias? ¿qué pasa en España? ¿qué hay que hacer con estos políticos que nos han tocado? Nos los colocan en las listas cerradas de unos partidos herméticos y controlados por unas élites absolutamente despóticas y teledirigidas, pero los votamos en la “fiesta democrática” de las elecciones que se celebran cada cuatro años. A partir de ese momento tienen bula, se consideran intocables, no responden ante nadie. No tienen vergüenza. Es la partitocracia, la degeneración de la democracia, eso es lo que provoca estos desastres.
4 comentarios en “NO CAMBIAN”
Añadir que el plan hidrológico nacional que paralizó Zapatero estaba sufragado por fondos europeos, por lo que no se pueden excusar por falta de recursos económicos.
Por otro lado, yo no entiendo qué desgracia tendría que ocurrir para que el ministro de interior elevase la emergencia al nivel 3 y que hubiera acudido el Ejército en el mismo momento en que se tuvo conocimiento de lo que estaba ocurriendo. El presidente Mazon debería dimitir por inútil, pero el presidente Sánchez debería ser juzgado por quedarse de brazos cruzados ante semejante desastre.
No hay nada q hacer, Luis. Nuestro problema es el propio sistema, q es intrínsecamente ineficiente y necesitaría d una cuasi revolución para cambiar.
Riguroso claro y contundente como siempre.
Enhorabuena
La solución es la democracia, pero aquella que se ejerza en el tiempo por la ciudadanía, según el marco constitucional que se acuerde por las gentes del común.
El segundo, literalmente, de democracia que se tiene cada cuatro años al depositar el voto no legitima un cuatrienio de «libre» ejercicio del poder político.
Con esta Constitución nunca saldremos del reparto de poder –entre los oligarcas asentados y los nuevos que querían su cacho del pastel– que se hizo tras el fin de la dictadura.