PUESTA EN SITUACIÓN
Sin ánimo de molestar a los que consideran a la democracia representativa como único y mejor sistema político, yo manifiesto mis dudas en cuanto a que sea el “único” y el “mejor” sistema político. Creo que hay que dar más importancia a las políticas que se lleven a cabo que a la forma de producir gobierno, o mismo al sistema político.
Siempre que el sistema, sea el que sea, respete las libertades individuales, la libertad de expresión, proporcione seguridad a sus ciudadanos, garantice la seguridad jurídica y realice políticas por y para el bienestar general de la población bien venido sea, fuera cual fuera su denominación formal.
Todos sabemos de estados que presumen de ser democracias representativas, liberales, o como se las quiera denominar y que, sin embargo, sus gobiernos y sus parlamentos permiten oligopolios de medios de comunicación, producen inseguridad jurídica a propios y extraños, atentan contra las libertades individuales con excusas o engaños y gastan como si no hubiera un mañana con el exclusivo fin de tejer una red clientelar que les asegure la permanencia “democrática” en el poder.
Por lo tanto, yo no pongo la mano en el fuego por algo que, si alguna vez tuvo visos de llegar a ser el mejor, o menos malo, de los sistemas políticos, ha degenerado por culpa de unos políticos de baja estopa y peores intenciones, que se han dejado arrastrar por intereses poco claros y, a veces, hasta inconfesables.
Bajando a tierra, y en concreto a la nuestra, los españoles estamos sufriendo, desde las primeras elecciones democráticas, un sistema electoral que nos está llevando a la ruina y a la disolución como Nación. Nuestras Cortes Generales, Congreso de los Diputados y Senado, han dejado de ser lo que deberían en un sistema parlamentario como es “teóricamente” el nuestro. Lo han hecho en favor de un poder ejecutivo invasivo, cada vez más encarnado en la persona de un líder de partido que, apoyado en los pocos militantes de carné, ha tomado el control absoluto.
Es una evidencia la disfunción a la que han llegado tanto el Congreso de Diputados, como el Senado, como consecuencia de una Ley electoral actual, que ha convertido a aquel en una cámara de representación territorial en lugar de ser la verdadera representación de la soberanía popular, y a éste en una institución vacía de contenido.
Nuestra ley electoral actual, hecha a medida de los dos grandes partidos que estuvieron llamados a protagonizar la transición a la democracia, ha derivado en una situación en la que los partidos localistas, guiados por intereses muy particulares, han logrado una representación desproporcionada en el Congreso de los Diputados. Como consecuencia, en no pocas ocasiones, esas minorías ha sido clave para lograr investiduras, o para que el partido en el poder lograra las mayorías parlamentarias necesarias para sacar adelante sus proyectos.
Las exigencias de los partidos nacionalistas, apoyados en su desproporcionada representación, han llegado con los últimos gobiernos al paroxismo, logrando hacer de España un mera sobra de lo que podría ser. Se ha llegado al extremo de que los representantes de un 4 % del censo electoral, están imponiendo su voluntad y su hoja de ruta a más del 86 %, si tenemos en cuenta a los abstencionistas y suponiendo que los votantes del PSOE y algunos de SUMAR no estén de acuerdo con los planteamientos disgregadores de los partidos separatistas (cosa que empiezo a dudar).
Los separatistas, sean de izquierdas o de derecha, saben que dando el apoyo de ese 4 % a un personaje como Sánchez, a un figurín de peligroso proceder, sacarán más que nunca. Porque ese hombre, enfundado en su escaso traje, no dudará en jugarse la unidad de España, la igualdad entre los españoles y la justicia por perpetuarse en la pomada y la moqueta. Los independentistas han venido practicando el juego del chantaje parlamentario con otros gobiernos, a ambos lados del espectro político, pero ahora saben que la oportunidad es inmejorable. Yoli se lo ha chivado, le ha dicho a Puigdemont que pueden hacer cosas chulísimas.
Así que, estando en estas y partiendo de la exposición de los resultados de las elecciones del 23 J, datos extraídos del BOE, voy a plantear unos supuestos sobre lo que podríamos haber esperado si nuestra ley electoral fuera diferente. Para ello me basaré en algunos de los estudios que hice en su día en el libro “El Sistema Electoral Español. El cambio necesario”. Por simplificar, centraré esos supuestos únicamente en el empleo de la circunscripción única y de algún tipo de barrera electoral.
RESULTADO DE LAS ELECCIONES DEL 23 JULIO 2023
RESULTADO ELECCIONES 23 J
PARTIDO CON REPRESENTACIÓN | VOTOS | % DEL CENSO | ESCAÑOS 23J | ESCAÑOS 10N 2019 |
PP | 8.160.837 | 21,78 | 137 | 89 |
PSOE | 7.821.718 | 20,87 | 121 | 120 |
VOX | 3.057.000 | 8,15 | 33 | 52 |
SUMAR | 3.044.996 | 8,12 | 31 | 38 |
ERC | 466.020 | 1,2 | 7 | 13 |
JxCAT | 395.429 | 1,05 | 7 | 8 |
EH-BILDU | 335.129 | 0,89 | 6 | 5 |
PNV | 277.289 | 0,74 | 5 | 6 |
BNG | 153.995 | 0,41 | 1 | 0 |
CCa | 116.363 | 0,31 | 1 | 1 |
UPN | 52.188 | 0,13 | 1 | 1 |
ABSTENCIÓN | 10.245.878 | 27,3 | – | – |
Estos resultados dejaban bien a las claras que la estrategia de Sánchez de convocar las elecciones en pleno verano, con gran parte de los españoles de vacaciones o de puente, le ha salido bien. Es un maestro de la prestidigitación y la resistencia, hay que reconocerlo.
Sea por la acción movilizadora de la izquierda, con el cansino “que vienen los fachas”, sea por la inacción de una derecha desunida, con un discurso de salón de té y poca capacidad de atracción, el caso es que el que denominábamos Frente Frankenstein puede perpetuarse, pero esta vez con el nombre de Frente Disolvente. Supongo que se imaginan lo que pretenden disolver. Y todo gracias a la maldita ley electoral que tanto gusta a los partidos grandes, pero sobre todo a los separatistas. Una ley que han sido incapaces de modificar, o quizás no han estado interesados en hacerlo, que es peor.
PLANTEAMIENTO DE POSIBLES CAMBIOS EN LA LEY ELECTORAL
Con unos cuantos arreglos democráticos, por supuesto, podríamos dejar esa maldita ley bastante arregladita. Uno de esos apaños es cambiar las circunscripciones provinciales por una sola circunscripción nacional, a imagen y semejanza de lo que ocurre cuando votamos al Parlamento Europeo. Y ello en congruencia con lo que en el libro citado anteriormente señalaba, como mi primer principio:
“El primer principio, que para mí es básico y esencial, es el siguiente: El valor del voto de todo ciudadano español debe ser el mismo o, por lo menos aproximarse lo más posible a la igualdad, para obtener un alto índice de proporcionalidad. Sé que puede sonar duro, pero no lo es tanto cuando, hablando del Congreso de los Diputados, pienso que los representantes del pueblo español lo son de TODO el pueblo español,…”.
En cuanto a la barrera electoral que mencionaba anteriormente, como puede observarse en los sistemas electorales de los países de nuestro entorno, hay multitud de posibilidades, pero en casi todos, en aras de la gobernabilidad, se aplica alguna barrera. En este artículo y por no extenderme en exceso voy a tratar tres supuestos, todos ellos basados en una única circunscripción. El primero aplicando una barrera electoral del 3 %, el segundo del 1 % y finalmente haré alguna referencia a la situación que se daría en ausencia de cualquier tipo de barrera electoral.
No aplicaré ninguna modificación en el resto de los parámetros que influyen en la conversión de votos a escaños, porque los dos que utilizo ahora, para demostrar que los efectos del 23 J podían haber sido diferentes, son los que más influyen, tanto en la proporcionalidad del sistema, como en la posibilidad de una mejor gobernabilidad.
SUPUESTO 1. CIRCUNSCRIPCIÓN ÚNICA CON BARRERA ELECTORAL DEL 3 %
En la tabla adjunta del SUPUESTO 1, realizo la asignación de escaños según los votos obtenidos por cada partido, aplicando la actual Ley D´Hont y teniendo en cuenta que, por aplicación de la barrera electoral solo entran en el reparto cuatro partidos. Resultando una evidente más fácil gobernabilidad, en este caso, con mayoría de derechas.
Tengo que señalar que con una barrera electoral del 2 %, o incluso del 1,5 %, tampoco hubieran entrado en esta ocasión más partidos en el reparto de escaños. Sin embargo, con los datos las elecciones del 10 N de 2019, aplicando la circunscripción única con una barrera del 3 %, entraban en el reparto 6 partidos, de los que solo uno era separatista; y con una barrera del 2 % lo hubieran hecho 8, tres de ellos separatistas.
Quiere decirse que, por un lado, según los datos del 23 J, las opciones separatistas han perdido fuelle, sobre todo en Cataluña; y por otro que, a la hora de plantear una reforma de la ley electoral, hay que meditar bien que parámetros de la ley se van a alterar y en qué sentido se modifican, si el objetivo es evitar la sobrerrepresentación de las formaciones políticas localistas.
De lo que se trata es de que ese 4,2 % de votos que han ido a los partidos separatistas, no pueda condicionar la vida política del resto de los españoles, que en un 59 % han votado a partidos de ámbito nacional, sin olvidar al 27 % de abstencionistas, que por algo lo serán.
SUPUESTO 1. RESUMEN ESCAÑOS ASIGNADOS A CADA PARTIDO
PP | PSOE | VOX | SUMAR |
130 | 124 | 48 | 48 |
SUPUESTO 2. CIRCUNSCRIPCIÓN ÚNICA CON BARRERA ELECTORAL DEL 1 %
La tabla SUPUESTO 2 contiene la asignación de escaños según los votos correspondientes de cada partido, pero esta vez aplico una barrera electoral del 1 % y, como en el supuesto anterior empleo la actual Ley D´Hont para la asignación de escaños. El resultado es que esta vez entran en el reparto seis partidos, dos de ellos separatistas, ERC y JxCat, con un 1,2 % y un 1,05 % respectivamente. Resultando una evidente que se podría reeditar la opción del Frente Frankenstein, quizás ahora renombrado como Frente Disolvente.
Recuerdo, a propósito de tal evidencia que conviene estudiar muy bien que parámetros de una ley electoral se modifican y en qué medida, si lo que se pretende es mejorar las posibilidades de gobernabilidad y alcanzar una distribución de escaños más justa y proporcional, evitando la sobrerrepresentación de los partidos secesionistas que están sometiendo al gobierno nacional a un continuo chantaje. Aunque tengo que reconocer que el que se somete a ese chantaje es porque quiere, porque opciones habría para evitarlo, si no estuvieran tan cegados por las ideologías y pensaran más en el interés general.
En ese sentido, recuerdo que, con los datos de los resultados del 23 J, en el caso de circunscripción electoral única y con una barrera electoral tan baja como un 1,5 %, no hubieran entrado en el reparto de escaños ninguno de los dos partidos separatistas antes mencionados. Ahí lo dejo, por si a alguien se le ocurre pensar más en el interés general de los españoles que el de su partido y en el de unas minorías excluyentes y sectarias.
SUPUESTO 2. RESUMEN ESCAÑOS ASIGNADOS A CADA PARTIDO
PP | PSOE | VOX | SUMAR | ERC | JxCAT |
125 | 120 | 46 | 46 | 7 | 6 |
CIRCUNSCRIPCIÓN ÚNICA SIN BARRERA ELECTORAL
A las últimas elecciones generales han concurrido 58 partidos. Ha quedado patente que hay mucho ocioso con imaginación. ¡El que no sabe que hacer, con el rabo mata moscas¡ El partido que obtuvo menos votos logró reunir 115, pero hay 14 partidos que han sido votados por menos de 1.000 personas, y 23 que han logrado reunir menos de 10.000, aunque más de 1.000. En fin, todo un despropósito y una pérdida de tiempo y energía lamentable.
De los 58 partidos presentados, solo unos 13 ó 14 hubieran logrado escaño en el Congreso de los Diputados, en el caso de no poner barrera electoral a una circunscripción única. Para mi una cantidad excesiva, pero ya no nos asustamos de nada, porque en la última legislatura logramos meter en la Cámara de la Carrera de San Jerónimo nada menos que a 16 partidos, vamos, una verdadera jaula de grillos.
En la legislatura recientemente inaugurada han sido 11 las formaciones políticas que han logrado representación en el Congreso. Un número bastante abultado, a pesar de que se han quedado fuera PACMA (partido animalista) y la CUP-PR, partidos que suponen respectivamente el triple y el doble de votos que los logrados por UPN, que si ha logrado su escaño. No es que me preocupe la ausencia de los animalistas y menos la de los separatistas catalanes de extrema izquierda, solo lo saco a colación para hacer notar la falta de proporcionalidad del sistema.
LA REPRESENTACIÓN DE LOS TERRITORIOS AL SENADO
Como digo en el capítulo 5 de mi libro, citado más arriba, en el caso del Senado mi posición es radical. En mi opinión, las funciones asignadas actualmente a esa cámara no son del todo congruentes con las que debería tener una cámara de representación territorial. Más bien parece que esa representación es ejercida de hecho, con perverso efecto de la “desproporcionalidad” de nuestro sistema electoral, por el Congreso de los Diputados.
Además, creo que el Senado, para ejercer la representación territorial, no necesita tantos senadores, ni es preciso que sean elegidos en elección directa por los ciudadanos que ya votan directamente a sus representantes en los parlamentos autonómicos y en los municipios (y de forma indirecta, a través de los Ayuntamientos, en las Diputaciones). A mi parecer, los Senadores deberían ser designados por los Gobiernos Autonómicos, Provinciales y Municipales, en las cantidades que detallo en el mencionado libro.
De esta manera, mediante una elección indirecta, a través de los gobiernos electos en esas entidades regionales, provinciales y locales, se podría conformar una cámara en la que los intereses territoriales y locales podrían estar suficientemente representados.
A esta cámara se le debería dar, para cada proyecto de Ley que pudiera afectarles, la capacidad de segunda lectura, propuesta de corrección y negociación de texto definitivo, antes de su aprobación por el Congreso de los Diputados, es decir una capacidad real de veto.
La presencia en el Senado de representantes delegados de las Diputaciones Provinciales y Municipios supondría un plus más de representatividad, de proximidad al ciudadano y un contrapeso al poder que han ido adquiriendo los gobiernos autonómicos, algunos de forma incontrolada y centralista en su ámbito territorial.
EN RESUMEN
En definitiva, se trata de poner cada cosa en su lugar: Una representación más proporcional de la soberanía nacional en el Congreso de los Diputados y la representación de los intereses territoriales en el Senado. No es nada nuevo, pregunten por ahí fuera y verán.
Por otra parte, es necesario quitarse la careta y reconocer que nuestra llamada democracia liberal y representativa no es más que otro de los sistemas que mantienen en el poder a los mismos perros con distintos collares, paseados y controlados por los mismos amos y por idénticos los lobbies multicoloridos.
Por eso y de eso viven la mayoría de los partidos políticos, verdaderas oficinas de empleo de mano de obra sin cualificación, salvo honrosas excepciones, e implacables máquinas de adoctrinamiento vacuo y falaz. Organizaciones que han abandonado las funciones que, según la teoría política, les asignaba originariamente un sistema democrático, para convertirse en pozos de corrupción y centros de acogida para los indigentes morales e intelectuales, vuelvo a decir, salvo honrosas excepciones.