7 de julio de 2025 15:43

Blog sobre demografía y política

 «La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los  remedios equivocados.»  Groucho Marx

HASTA CUÁNDO LO VAMOS A AGUANTAR

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A DÓNDE HEMOS LLEGADO

Colocar las elecciones el 23 de julio fue una jugada sorprendente que le ha salido bien al aspirante a autócrata. Por un lado, cogió con el paso cambiado a casi todo el mundo, efecto sorpresa conseguido. Por otro lado, dado que había preparado con antelación a sus huestes mediáticas e institucionales tenía la iniciativa, con la ventaja que ello supone.

Los datos no dejan lugar a dudas, a pesar del hartazgo y el rechazo que su persona y partido pudieran haber provocado y a pesar de los atropellos legislativos practicados, el hecho es que han obtenido un millón de votos más que en 2019. Los han birlado, sobre todo, del conglomerado multicolor de Podemos y de los partidos nacionalistas catalanes.

A pesar de todo los números les han dejado por debajo del PP y el gallego de turno, aunque solo por 330.750 votos, por lo que éstos muy probablemente se van a quedar con un palmo de narices. Se las prometían muy felices, pero los resultados que han obtenido son congruentes con el planteamiento de su campaña electoral, un enfoque que ha engrosado algo más la abstención. Los datos volvían a dejar las cosas claras, los votos obtenidos por el PP, VOX, UPN y CCa, posible bloque de apoyo a Feijoo, sumaban casi 11.300.000, frente a cerca de 12.400.000 que lograba el más que probable bloque a favor de Pedro Sánchez.

De nuevo nuestra injusta Ley Electoral volvía a hacer de las suyas, otra vez los partidos separatistas le volvían a dar al PSOE, junto a SUMAR, la posibilidad de seguir mangoneando a sus anchas por esta España que consideran ya casi desmontada. Los votos de cinco partidos separatistas y segregacionistas que suponen poco más de 1.600.000, de los cuales unos 670.000 corresponden a partidos más de derecha que la madre que los parió, muy posiblemente vayan a condicionar toda la política nacional los cuatro próximos años.

Frente a más de 22 millones de votos emitidos a favor de partidos de carácter estatal y algo más de 10 millones de abstencionistas, ese 1,6 millones de votos dirigidos a partidos separatistas malogrará el futuro de nuestra Nación. Porque al hombre al que van a dar su apoyo no tiene ni el menor atisbo de amor ni de respeto por una España en la que no cree, sólo se ama a sí mismo, solo pretende su perpetuación en el poder, a costa de lo que sea.

Origen: El Mundo

ESTO VIENE DE LEJOS

Capitan Juan Rodríguez Lozano

Pero esto no empezó hace cinco años, cuando Sánchez inició su asalto al poder, mediante una moción de censura, que le salió bordada gracias a los siempre taimados traidores del PNV. Esta historia comenzó en 2004 con aquel Zapatero de la sonrisa tontorrona.

Ese personaje que resucitó las rencillas y los odios de la guerra civil, sin tener en cuenta, o interpretando mal, el talante conciliador, el humanitarismo e idealismo social y patriótico de su abuelo, el capitán de Infantería Juan Rodríguez Lozano. Un hombre que cumplió su deber a las órdenes del gobierno de la II República, durante la revolución de Asturias de 1934 y que posteriormente, durante la guerra del 36, fue fusilado por el bando nacional por su compromiso con las ideas socialistas.

Sin duda Zapatero debió interpretar mal las palabras que su abuelo dejó escritas poco antes de morir: “Muero y perdono. Pido a mi esposa e hijos que perdonen también. Mi credo fue siempre un ansia infinita de paz, el amor al bien y mejoramiento social de los humildes”.

Aquel presidente de gobierno que promovió leyes que volvían a dividir a los españoles, que resucitaban odios ya superados, que les puso puentes de plata a los separatismos en forma de leyes y estatutos desintegradores e insolidarios, aquel que propició el comienzo de la estúpida y inútil guerra de sexos fue la primera versión del actual.

Cuando llegó el PP al gobierno, con Rajoy al frente, mantuvo todas o casi todas aquellas leyes, algunas de las cuales incluso vulneraban el Derecho Natural. Tampoco se esforzó en hacer respetar la libertad de expresión, toleró los tumultos y la violencia que se ejercía contra aquellos personajes que intentaban exponer en las universidades ideas diferentes a las admisibles según el criterio de la “divina progresía” de izquierdas. Como siempre, la derecha arregló en parte el roto de la mala gestión económica de Zapatero, agravado por la crisis de 2008, pero dejo un silencioso vacío en lo moral y en el relato cultural, que fue de nuevo ocupado por la izquierda, esta vez por la izquierda radical, o extrema, como se quiera llamar.

Unos meses antes de que el PP ganara las elecciones de 2011, había apareció en la escena política aquel movimiento de “los indignados del 15 de mayo” como un revulsivo que no se sabía bien cómo iba a acabar. Después nació Podemos y acuadrilló, sin pedir permiso ni opinión, a aquellos indignados aparentemente espontáneos. Finalmente el 15 M terminó en las manos de los dirigentes del nuevo partido de extrema izquierda y sus diversas confluencias, todos ellos marxistas, algunos imitadores de Gramsci en lo que a la hegemonía cultural se refiere.

En resumidas cuentas aquel movimiento fue reconducido por los comunistas de toda la vida, aquellos a los que se les había acabado el chollo de la lucha de clases y tenían que recurrir a los enfrentamientos entre generaciones, entre mujeres y hombres, entre homosexuales y heterosexuales y entre aquellos viejos y olvidados bandos de la guerra civil. Vamos que la liaron parda, y Rajoy se comió el marrón durante unos cuantos años, sin intentar oponer el más mínimo discurso ético y cultural.

Podemos fomentó el odio al políticamente contrario, se esforzó en adoctrinar a la juventud con un importante despliegue en redes sociales y universidades. Volvió a resucitar el viejo cliché de los empresarios explotadores, calificó de fascista a todo aquel que sintiera y expresara el orgullo de sentirse español. Tomaron como referentes políticos a los autócratas y dictadores de Centro y Sudamérica y a viejas glorias del comunismo de aquellas latitudes, como los Castro o el Che Guevara. Lograron incluso que algunos homosexuales portaran camisetas con la cara del Che, su perseguidor y torturador de antaño.

Pero lo peor fue la división radical que pretendieron introducir entre los españoles y que de hecho han logrado en gran parte. Una radicalismo del que ha sabido beneficiarse el astuto y amoral Pedro Sánchez y todo el PSOE con él. Porque, por mucho que intenten disimular algunos de los dirigentes socialistas, por evidentes razones electorales, en la charca de Podemos, o ahora con SUMAR, se revuelcan muy a gusto. Son de especies similares.

EL HIPOTÉTICO PRÓXIMO FUTURO MÁS PROBLABLE

A mí ya casi me da igual que la deuda pública española haya alcanzado en junio la monstruosa cifra de 1.568.791 millones de euros, es decir más del 113 % del PIB. Igualmente, casi me está dejando de preocupar el exceso de gasto público, si no fuera porque, gran parte de ese abuso en el gasto del dinero de todos, lo está utilizando el actual gobierno para crear bolsas dependencia económica en algunos grupos sociales, porque piensa que posteriormente le serán electoralmente rentables, y para pagar a algunos de los lobbies que le hacen el trabajo de mantener distraída y enfrentada a la sociedad, mientras ellos campan a sus anchas de decreto en decreto.

Lo que más me preocupa es la peligrosa actividad legislativa que puede emprender un posible gobierno de Pedro Sánchez, con el PSOE y SUMAR en coalición, y con el apoyo parlamentario de los partidos independentistas. En escaños ese más que probable Frente Disolvente puede llegar a alcanzar los 178 diputados, a pesar de que los partidos separatistas en general han retrocedido de manera significativa.

También me inquieta que esa mayoría parlamentaria, unida a la situación actual del Tribunal Constitucional (TC), pueda emprender una reforma de la Constitución por la vía legislativa o por la reinterpretativa. No es que yo sea de los que opinan que la constitución debe ser inamovible, más bien al contrario, pero recelo de los atajos mal intencionados, prefiero los debates abiertos y los análisis profundos y racionales.

Dudo de las verdaderas intenciones que pueda albergar ese probable gobierno de coalición respecto al apoyo a la familia, a los jóvenes que quieren emprender su proyecto de vida y a la natalidad. Barrunto que van a seguir sin dar solución al paro y sobre todo al juvenil, que van a continuar asfixiando fiscalmente al autónomo y al pequeño y mediano empresario, que son los mayores generadores de empleo de nuestro país. Presagio que algunas grandes empresas van a salir de una España en la que la inseguridad jurídica va en aumento. Sospecho que provoquen el incremento de la pobreza, y nos conduzcan a una situación en la que se haga imposible el ahorro y en la que, la carestía y escasez de recursos y suministros, haga a una gran parte de la población dependiente de las envenenadas ayudas en dinero o en especie.

Por lo que se ha visto en estos últimos cinco años, tampoco me tranquiliza la actitud que pueda tener el probable gobierno de izquierdas respecto del muy sacrificado sector primario. Es muy probable que sigan legislando al gusto del ecologismo más radical y trasnochado, de los animalistas que conocieron la naturaleza exclusivamente a través de Walt Disney, y a favor de las multinacionales fabricantes de carne sintética y de las hamburguesas de gusanitos o cosas similares. Es casi seguro que perseveraran en las travas a la ganadería extensiva, que seguirán con la obsesión de impedir que la gente de los pueblos realice la limpieza de montes como siempre la hizo, pero se echarán cínicamente las manos a la cabeza por cada incendio que, casualmente, facilite la instalación de molinos aerogeneradores.

Me malicio que en asuntos de la guerra de sexos que se han montado para entretener al público todo seguirá igual o peor. No hay más que ver el uso torticero e indecente que están haciendo del beso que le plantó Rubiales a Jenni Hermoso. Me niego a entrar al trapo y hablar de semejante estupidez. Solo les pregunto a estos políticos tan escandalizados ahora, por qué no pusieron el grito en el cielo cuando Rubiales y Piqué a se llevaron jugosas comisiones por celebrar la supercopa de España en Arabia Saudí. Desde entonces, semejante personaje debería estar fuera de la Federación y posiblemente en algún juzgado. Pero claro, Rubiales entonces era de los amiguetes y aún no había cometido el delito calificado por el feminismo oficial de “agresión sexual”.

Preveo que la educación seguirá en los bajísimos niveles en los que se encuentra, si no empeora. Aunque, por supuesto, los libros de texto de historia contendrán «su historia» y la escrita por algunos anglosajones viejos conocidos por sus diatrivas contra España y su Imperio; se difundirán de manera obligatoria toda esa variedad de sensibilidades de género que ya se han decretado como de obligado conocimiento hasta en el temario de algunas oposiciones; y se instruirá a los sufridos infantes en el «conocimiento» de todo lo que los colectivos LGTBIQ+ crean conveniente.

Ello en paralelo al deterioro de los 17 sistemas sanitarios, que están sufriendo la escasez de médicos de atención primaria y especialistas, debido a la falta de previsión para las debidas sustituciones, cuando no por la mala distribución de los recursos económicos, o por su aplicación a partidas presupuestarias totalmente prescindibles.

No obstante, y a pesar de lo grave que pueda ser el que esta hipótesis se cumpla, España posiblemente podría aguantar el tirón y con un poco de suerte y ahínco podría liberarse del yugo de estos personajes que, a veces, parecen sacados de la película del Acorazado Potemkin y otras de un filme del famoso humorista británico Rowan Atkinson.

LA HIPÓTESIS MÁS PELIGROSA

Lo peor de un posible gobierno del PSOE y SUMAR con apoyos parlamentarios de los separatistas, es que éstos han incrementado el precio en el regateo que están llevando a cabo con Sánchez.

Los independentistas catalanes ya no se conforman con modificaciones “ad hoc” del Código Penal, que ya es grave de por sí. Tampoco se resignan con los indultos, ahora quieren doblegar al Estado y exigen una amnistía. Poniendo así en un serio brete al gobierno que tenga que lidiar con ese tema.

La aplicación de una amnistía exigiría una ley específica de muy difícil encaje constitucional por varios motivos en los que entraré en otro artículo, aunque teóricamente no es imposible estando quien está en el TC. La posible alternativa a la amnistía podría quedar en manos del parlamento, volviendo a hacer modificaciones al Código Penal. No obstante, en ambos casos, los independentistas deberían dar garantías de que iban a dar por cerrado el conflicto originado por el proceso secesionista, cosa que creo muy improbable. En su ADN está la exigencia incremental y el engaño sistemático.

También empiezan a oírse voces exigiendo un referéndum de autodeterminación, como si se consideraran así mismos una colonia. Ésta es una demanda fuera de lugar dado que, para poder celebrar un referéndum de ese tipo, sería preciso una reforma agravada de la Constitución, cosa prácticamente imposible hoy por hoy; además de que para el Estado supondría reconocer una situación de ocupación y una historia totalmente falseada.

En definitiva, por el lado catalán la cuestión puede que permanezca encallada un tiempo, con los independentistas enriscándose para presionar, hasta que la mayoría parlamentaria de apoyo al probable gobierno de izquierdas apruebe otra modificación al Código Penal, en favor de los encausados por el golpe de Estado de septiembre y octubre de 2017 en Cataluña. Pero el problema persistirá, porque los independentistas catalanes no se van a conformar, seguirán el proceso marcado desde hace muchos años por el pequeño gran ladrón llamado Pujol que, por cierto, se ha ido de rositas y ha dejado a toda la familia colocada. Mientras la misma sociedad catalana no les pare los pies, o lo haga el Estado de una u otra manera ese problema no acabará.

El caso vasco es algo diferente, allí parecen ser felices con el rollo del “cupo”. La pasta es la pasta, por lo menos para el PNV. Para EH BILDU, puede que la cuestión sea diferente, aunque desde hace unos años el olor del dinero también les tiene trastornados, sobre todo desde que pisan moqueta en varias instituciones autonómicas. Evidentemente seguirán manteniendo la tensión, seguirán con la matraca del referéndum y de los 7 territorios de la nación vasca. Que se lo vayan a contar a Francia, aquí ya se lo hemos oído demasiado y estamos hasta el gorro, o la chapela.

El más que probable gobierno de Sánchez contará con los apoyos de ambos partidos vascongados en el parlamento español, a cambio de tragar con el cupo que fije, a ojo de buen cubero, el gobierno vasco y de ir trasfiriendo las pocas competencias que se puedan transferir, si es que queda alguna, además de alguna que otra suculenta inyección económica extraordinaria.

En resumidas cuentas, tendremos una España tensionada y dividida, tremendamente desigual entre sus regiones y en vías de dejar a la mayoría de los españoles casi sin nada, pero eso sí, más felices, que es de lo que se trata según ellos. Y, para distraer la atención y mantener entretenido al personal, con toda probabilidad, se acometerá la resignificación del Valle de los Caídos, acaparando los quince primeros minutos de todos los informativos de la adormecedoras televisiones durante varios días o meses.

Pero es lo que parece haber deseado “la mayoría”. Esa que, según los principios de la democracia representativa, legitima lo legislado por sus representantes en el parlamento, sea lo que sea lo que contenga cada una de las leyes. Esa mayoría, previamente aleccionada sobre lo que hay que pensar y desear, elige a los que le ofrecen exactamente eso y legitima sus acciones, sean las que sean. El círculo perfecto. Pero, dónde queda la búsqueda de la razón, la objetividad y del interés general por encima del partidista.

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Luis Baile Roy

3 comentarios en “HASTA CUÁNDO LO VAMOS A AGUANTAR”

  1. Benjamín Casanova Chulilla

    Luis muy bueno tu dicho, salvo que no entiendo tus dudas cuando dices: «Dudo de las verdaderas intenciones que pueda albergar ese probable gobierno de coalición respecto …»
    Creo que para salir del negro futuro que se avecina a las próximas generaciones habría que invertir y mucho en LIBERTAD y ayer los ciudadanos sepan que tienen derecho a exigirla sin más cositas cortapisas que las que establece la LEY, pero no cualquier ley, solo las que no vayan contra el libre ejercicio de la Libertad, pues las que pretenden limitarlo deberían ser inmediatamente derogadas.
    En fin, que está claro que no vamos en la buena dirección como País.

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