7 de julio de 2025 15:48

Blog sobre demografía y política

 «La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los  remedios equivocados.»  Groucho Marx

LAS CAUSAS DEL PROBLEMA DEMOGRÁFICO (II / III)

¿Qué encontrarás en este artículo?

Formación y ruptura de parejas vs fecundidad. ¿Crisis del matrimonio tradicional?
En España las diferentes formas y maneras de constituir pareja de convivencia y los distintos tipos de hogares a considerar llegan con un cierto retraso respecto a otros países de Europa. Pero como en otras cuestiones la asimilación de todos ellos ha sido rápida e intensa. Por poner un ejemplo, en la Encuesta continua de hogares de 1991 no se mencionaban las parejas del mismo sexo, sin embargo en la encuesta de 2011 la cifra de este tipo de parejas era de 54.920 y en la de 2017 se elevaba hasta 78.900[1].
Para centrar los conceptos que se emplean en esta cuestión, el Instituto Nacional de Estadística (INE) considera las siguientes definiciones[2]:
  Hogar: es la persona o conjunto de personas que residen en una vivienda familiar.
  Núcleo familiar: Unidad jerárquica intermedia entre el habitante y el hogar. Puede ser de cuatro tipos: pareja sin hijos, pareja con uno o más hijos, padre con uno o más hijos, y madre con uno o más hijos. Para formar parte del núcleo familiar de sus padres, los hijos deben no estar emparejados ni tener hijos que convivan con ellos.
Podríamos también hablar de varios tipos de familias o núcleos familiares:
  Familia clásica (o nuclear). La formada por el padre, la madre y los hijos. El INE suele diferenciar entre las que no tienen hijos, las de 1 hijo, las de 2, hijos y las que tienen 3 o más hijos.
  Familia extendida. La formada por el núcleo familiar clásico mas otros familiares, como abuelos, tíos, etc.
  Familia monoparental. Constituida por uno solo de los padres y los hijos (1,2, 3 o más). En este caso el padre o la madre puede ser separado, divorciado, soltero o viudo.
  Familia homoparental. Formada por una pareja homosexual y los hijos biológicos o adoptados.
  Familia de hecho, o pareja que convive sin ningún enlace legal, con o sin hijos.
Estos tipos de familias constituyen los correspondientes hogares, a los que habría que añadir:
   Los hogares unipersonales
  Los hogares que se constituyen en base a 2 o más familias (núcleos familiares reconstituidos), como puede ser una madre con sus hijos y un padre viudo con sus hijos, o viceversa. O también aquellos constituidos en base a una relación sentimental, de convivencia,  o de solidaridad.
Evidentemente en algunos de los casos expuestos, por razones obvias, no es posible la procreación y en otros ésta es dificultada, siendo los tipos de núcleo familiar clásico y “de hecho” los que más aportan a la tasa de natalidad.
Además de la diversidad de hogares y núcleos familiares, hay que tener en cuenta el cambio que ha tenido lugar en lo referente al incremento de la edad en la que se decide formar una pareja, por ejemplo en el año 2001 el 62% de las mujeres españolas de entre 20 y 34 años no habían formado su primera unión conyugal (Castro-Martín et al., 2008); este hecho hace aumentar la edad en la que se tiene el primer hijo (actualmente se sitúa cerca de los 33 años), y ello influye definitivamente en el descenso del índice de fecundidad, ya que el retraso de la edad en la que se tiene el primer hijo puede producir más abortos espontáneos, más embarazos de riesgo y dificulta la posibilidad de tener más hijos.
La institución del matrimonio sigue siendo considerada de gran importancia y con vigencia, sólo un tercio la cohorte de mujeres entre 20 y 29 años la consideraba en 2006 una institución anticuada[3]. Todavía es tenida como la unión que en mayor medida considera la procreación como uno de sus fines. No obstante hay que señalar que las estadísticas muestran que las uniones “de hecho” han incrementado últimamente el número hijos, aproximadamente un 47% de estas parejas han dado el paso de tener hijos, y en el año 2017 un había 849.000 de parejas de este tipo con 1 hijo o más (10% del total)[4].
No se puede olvidar tampoco la tendencia al alza del número de nulidades, separaciones y divorcios, que en el año 2016 sumaron 101.294 (2,2 ‰ habitantes), lo que supuso un descenso del 0,1% respecto al año anterior, rompiendo mínimamente la tendencia según datos del INE en su Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios del año 2016[5].
Condiciones que se ponen para la formación de un núcleo familiar.
Para los jóvenes hace años que la emancipación ha dejado de ser un objetivo, están bien en casa de los padres. Por supuesto la formación de una familia no está dentro de sus primeras prioridades. Y cuando se lo plantean, la realidad que encuentran es muy dura y sus condiciones para dar el paso son bastante más altas que hace años. Todo ello hace retrasar el objetivo de la emancipación y la formación de una familia.
Cada vez se retrasa más la salida de la casa de los padres. Según la Encuesta Continua de Hogares de 2017 del INE, “más de un tercio de las 5.382.500 personas entre 25 y 34 años todavía no se había independizado en 2017. El 52,7% de los jóvenes entre 25 y 29 años vivían con sus padres o con alguno de ellos…”[6].
En perspectiva comparada, según el artículo del periodista Álvaro Sánchez publicado en El País el día 3 de mayo de 2017[7], los jóvenes españoles se emancipan como media a los 29 años, por encima de la media de edad (26,1 años) en que lo hacen en la Unión Europea (UE) y casi diez años después que en países del norte de Europa como Suecia, Dinamarca o Finlandia. Además de la evidente ventaja económica que supone seguir en casa de los padres y de la comodidad de la que se disfruta, existen otras razones que hay que tener en cuenta:
 Desempleo juvenil. En España, junto a Grecia e Italia, el desempleo juvenil casi triplica el de los países del norte europeo antes mencionados.
   Empleo temporal. Las tres cuartas partes de los jóvenes entre 15 y 24 años tienen un empleo temporal con un salario bajo.
  Elevados precios de la vivienda, tanto en propiedad como en alquiler. Lo que obliga a tener un salario suficiente que raramente se consigue y para sólo lograr una vivienda precaria o compartida.
  Falta de incentivos al empleo juvenil y de becas para estudios.

Esta situación hace que los jóvenes retrasen la decisión de su emancipación y la formación de un núcleo familiar, aplazando “sine die” la decisión de tener el primer hijo, con las consecuencias que ello tiene y que ya se han comentado antes.
No quiero dejar de mencionar que en España hay un mayor arraigo familiar que en otros países y ello hace que, tanto los padres como los hijos, consideren normal la permanencia de estos últimos en el hogar familiar hasta edades inimaginables hace 30 años.
Tampoco puedo dejar de señalar que, sin olvidar las importantes razones mencionadas anteriormente, en la sociedad española actual está extendida una cierta cultura de la comodidad y del consumo, que induce a los jóvenes a condicionar su emancipación y formación de un hogar a la posesión de una serie de bienes materiales hoy día considerados, erróneamente según mi punto de vista,  imprescindibles. A este respecto y como ejemplo de la cultura instalada en nuestra sociedad, cuando el Observatorio de la Emancipación del Consejo de la Juventuddice que “un joven debe ganar al menos 1.809 euros al mes para independizarse sin riesgos[8], yo me pregunto: ¿a qué riesgos se refiere? ¿qué precio de alquiler de vivienda está considerando? ¿qué coste de la cesta de la compra ha calculado? ¿considera imprescindible la posesión de un coche nuevo? ¿incluye el mobiliario completo y de calidad de la vivienda, con TV de muchas pulgadas y equipo de sonido de última generación?….A mi no me salen las cuentas, porque con ese dinero (1809 Euros) viven actualmente muchas familias con hijos en España. Hay que recordar que el salario mínimo interprofesional decretado el 29 de diciembre de 2017 en Consejo de Ministros era de 735,90 Euros/mes[9], y que el salario medio bruto anual en el año 2016 fue de 20.106 para las mujeres y de 25.992 para los hombres, resultando un salario medio general de 23.106[10], lo que supone aproximadamente un neto mensual próximo a los 1.500 Euros.
La cuestión de la vivienda, a pesar de que existen opciones asequibles en ciertas zonas de España y en condiciones humildes, lo cierto es que en muchas poblaciones el precio del alquiler y de la venta de vivienda ha alcanzado niveles inadmisibles. La especulación desenfrenada por parte de todo tipo de personas físicas y jurídicas hace muy difícil conseguir a precios razonables una vivienda para formar un hogar. Y tampoco parece ser una de las cuestiones que motiven mucho a los responsables políticos, siendo quizá uno de los principales obstáculos para los jóvenes que quieren emanciparse y formar o no un hogar. El demógrafo y catedrático Julio Vinuesa escribió que “…adquirir una vivienda costaba, además, el 50% de la renta familiar, convirtiendo el mercado español de la vivienda en uno de los más caros del mundo. Y las viviendas públicas en alquiler representaban solo el 2%, frente al 18% de la UE.


Coste económico y sacrificio personal que supone tener hijos.
Si a los condicionantes expuestos para la emancipación y la creación de una pareja unimos los costes que puede suponer la crianza de un hijo, podemos suponer lo difícil que les resulta a los jóvenes tomar la decisión de lanzarse a la aventura de la paternidad.
Según un estudio de 2016 realizado por una periodista de La Vanguardia[11], que tomó como referencia el informe elaborado por la Confederación Españolade Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) en el año 2006, el gasto que supone un hijo durante los tres primeros años de vida alcanza los 14.196 Euros/año. Este estudio incluía alimentación, ropa y calzado, juguetes, accesorios (silla/coche, cuna, cambiador, silla de coche, habitación…), sanidad. Las cantidades que suponían cada uno de los conceptos fueron actualizadas según el IPC de los 11 años trascurridos desde el informe de la CEACCU. Tambiénconsideró el mencionado estudio la aparición de nuevos productos y el alza que suponía algunos gastos  de servicios como la educación y la sanidad. En este último caso hay que señalar que muchos padres han optado por contratar un seguro médico complementario que, aunque pudiera considerarse innecesario, refuerza las prestaciones públicas en tiempo de crisis o recortes sanitarios y evita las largas listas de espera de médicos especialistas. Así mismo se han incluido los gatos correspondientes a vacunaciones voluntarias no sufragadas por la sanidad pública.
De la cifra de gastos anuales entre los 0 y 3 años del niño facilitada por CEACCU se deduce un gasto medio mensual de 1.183 Euros que, si lo comparamos con el salario neto mensual medio que he indicado en el apartado anterior, puede producir vértigo a cualquier pareja joven, a menos que trabajen ambos miembros y su salario sea dos veces el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Pero el vértigo no acaba a los tres años de edad del niño, porque en el citado informe de la CEACCU se “…cifraba el gasto de un hijo, desde su nacimiento hasta los 18 años, en un mínimo de 98.205 y un máximo de 301.274 Euros…”. Cantidades que en el año 2016 ya supondrían entre 115.489 y 354.298 Euros. Descontando de esas cantidades lo gastado los tres primeros años de vida, el resto de los años hasta los 18 supondría una media anual de entre 6.752  y 22.673 Euros, dependiendo del tipo de educación y sanidad por la que se optara y de los hábitos de alimentación, ocio y consumo familiares.
Nuestros gobiernos no es que ayuden demasiado a bajar estos gastos, porque no han tomado en consideración la rebaja del tipo de IVA para los productos de higiene infantil, como si lo han hecho con los productos de higiene íntima de la mujer, ni ha extendido el sistema de educación a los menores de tres años, etc. Y al final las parejas se encuentran con la triste realidad de tener que enfrentarse con esos gastos directos, para los cuales, solo a veces, pueden contar con la ayuda de la familia, además de sufrir los efectos indirectos que la paternidad les puede acarrear en su carrera profesional.
Pero además de la cuestión económica hay otras consideraciones que los jóvenes se plantean a la hora de tomar la decisión de ser o no padres, y éstas tienen que ver con la tranquilidad y libertad que perderían en caso de decidirse por tener hijos. Sus hábitos de vida social, su forma de viajar, su manera de descansar, sus horarios de ocio y deportes…todo, o casi todo, se les alteraría. Y a ello algunos no están dispuestos, la cultura de la comodidad de la que hablaba antes les hace refractarios a esos sacrificios.
Además ahora está extendida la idea de que cuando alcancemos la vejez habrá un maravilloso Estado del Bienestar que nos atenderá y mantendrá. Antes se fiaba esa función a la familia, a los hijos. Ahora ya no es necesario tener hijos para sentir una cierta seguridad de lo que nos deparará nuestra vejez, el estado proveerá. Ojala sea así, pero yo no veo claro que el actual Estado del Bienestar se pueda mantener en el futuro con las mismas prestaciones que ofrece hoy día.

LUIS BAILE 



[3] Inés Alberdi (UCM) y Catherine Hakim (London School of Economic). Opiniones y Actitudes. Encuesta de fecundidad, familia y valores 2006, Cap 6. Ed. Centro de Investigaciones Sociológica (CIS). 1ª Edición Diciembre 2007
[7]https://elpais.com/politica/2017/05/03/actualidad/1493807061_134316.html
[8]https://elpais.com/politica/2017/05/03/actualidad/1493807061_134316.html
[9] http://www.salariominimo.es/
[11] https://reportajes.lavanguardia.com/cuanto-cuesta-tener-un-hijo/
Picture of Luis Baile Roy
Luis Baile Roy

1 comentario en “LAS CAUSAS DEL PROBLEMA DEMOGRÁFICO (II / III)”

  1. Gerardo.
    Correcto análisis de la realidad actual. El presente es difícil para los jóvenes, que representan el futuro de la nación.
    Pero el futuro se presenta muy pesimista ante factores como:
    1. Niveles de paro juvenil y de inestabilidad laboral muy altos.
    2. Imposibilidad de mantener el estado del bienestar en los niveles actuales.
    3. Previsible descenso de las pensiones y retribuciones públicas que dificultará las ayudas familiares a los más jóvenes.
    4. Incidencia cada vez menor de la Iglesia, o de las diferentes religiones, en los comportamientos sociales de los jóvenes.

    No hay que olvidar, aunque por motivos obvios se oculta intencionadamente, que España ha pasado en poco más de cuarenta años de tener un déficit público cero (año 1975) a superar el cien por cien del PIB. Ciertamente, esto es insostenible.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Síguenos en Feedly

follow us in feedly

Consigue mis libros

Sistema Electoral Español

Existe una considerable distancia entre la actuación de los políticos y el sentir de los votantes. Hemos llegado a tener un Congreso de los Diputados que parece más una cámara de representación territorial, con unos partidos localistas sobrerrepresentados y con una importante capacidad de chantaje.

Vacío Demográfico en España

Una descripción sencilla de la situación demográfica actual de España, sus causas y su futuro previsible. También se analizan las políticas públicas necesarias para corregir la tendencia a la baja de la tasa de natalidad.

Publicidad

Mantente al día

  • 16.079
  • 292
  • 275
  • 20 de abril de 2025
Hemeroteca

Publicidad