SE ABRE DE NUEVO EL BAILE
El domingo pasado cerré “El Baile de los Domingos”, para celebrar el día del PADRE o del “progenitor no gestante”, como dicen ahora algunos desahogados políticos, tan aficionados ellos a rebautizar todo lo que les viene en gana, en un sinfín de normas y leyes cada cual más prescindible y molesta.
La verdad es que ese día me costó cerrar, porque alcanzaba ya el artículo número 175 desde que empecé con esta afición. Algo que comenzó casi como una distracción, me ha supuesto unas cuantas horas de trabajo y bastantes lecturas, y al final se ha convertido, sin quererlo, en un deber cuyo cumplimiento cada domingo me produce una cierta satisfacción.
Seguramente debería pedir disculpas por esos artículos tan largos sobre la situación demográfica de nuestro país y las políticas públicas que considero más adecuadas para intentar revertir esa penosa realidad. Quizás también por los escritos sobre la necesaria reforma de la ley electoral y por los que dediqué a hacer consideraciones sobre cada una de las partes de nuestra Constitución.
Pero con la experiencia y los valiosos consejos recibidos he ido aprendiendo a ser más breve, sobre todo con el ánimo de no desesperar a los que se acercan al Baile cada domingo, como en los pueblos de antaño. Aunque, eso sí, sin caer en la excesiva brevedad tan habitual en redes sociales como Twitter, Instagram y otras. Decadente costumbre que se ha trasladado hasta la redacción de “Proposiciones de Ley” y “No de Ley”, en las que parece que lo primordial es lograr que los parlamentarios de turno logren llegar al final del texto sin que mosca alguna haya logrado distraerlos.
Y, hablando de parlamentarios, y habiendo tenido el martes y miércoles de esta semana el entretenimiento de una moción de censura se me ocurre dedicarle al asunto el artículo de este domingo.
EL PORQUÉ Y EL CUÁNDO DE LA MOCIÓN DE CENSURA
No conozco los verdaderos motivos de los responsables de VOX para presentar en esos momentos una moción de censura. Puedo pensar que ese partido no está pasando por sus mejores momentos y necesitaba un revulsivo, una buena ola que surfear hasta las próximas elecciones. También puedo imaginar que les han saltado las alarmas por la recuperación de un PP, que ha vuelto a poner la panza en la tabla y ha salido a buscar la ola, después del revolcón que se llevó en el tubo en que le metieron el binomio Casado y García Egea, por cierto jaleados por muchos de los que ahora vitorean a Feijoo, ¡OJO AL DATO!
Posiblemente, los esfuerzos por minimizar los efectos negativos del quiebro de Olona y de los movimientos orquestales en la oscuridad que se han producido en los órganos de dirección del partido, además de las consecuencias de la escasa solidez de su estructura territorial, le han impedido durante un largo periodo tener una buena perspectiva del oleaje que se acercaba y salir a surfear.
Así que, después de un tiempo encerando y reforzando como ha podido la tabla, con o sin acierto, se ha decidido a salir a buscar de nuevo la ola. Y, como la mar está como está, no le ha sido difícil encontrar ola que cabalgar. Aunque puede que no haya elegido la mejor, ni el mejor momento, para ponerse de pie y mantenerse sobre la tabla el tiempo oportuno como para lucirse.
Desde luego, no faltan motivos para censurar, incluso, si me apuran, para “enchironar” a Sánchez y a sus mariachis. Pero la labor que vienen haciendo sobre los medios de desinformación, las operaciones de filtrado en las instituciones y los pagos para fidelizar clientela, a costa de un déficit presupuestario que engrosa escandalosamente la deuda pública, les mantienen a salvo cual flotadores, vengan las mociones de censura que vengan.
Con la filtración en las instituciones, sobre todo del Poder Judicial y Tribunal Constitucional, le está preparando una difícil legislatura al que ose sustituirle en el trono monclovita, si es que alguien consigue superarle en el recuento final de votos de la próximas elecciones.
Las últimas maniobras para ajustar al CGPJ a su medida son evidencia de ello, lo malo es que posiblemente ya no haya tiempo y manera de que, por fin, el Poder Judicial sea cosa de jueces y no de políticos necesitados de cobertura legal.
EL CÓMO Y EL ADÓNDE DE LA MOCIÓN DE CENSURA
TAMAMES Y SU DISCURSO
Cuando me enteré de que Santiago Abascal había ofrecido a don Ramón Tamames ser el candidato de la moción de censura me sorprendí. No porque Tamames hubiera sido un antiguo militante del PCE, al fin y al cabo hasta Federico Jiménez Losantos lo fue, ya se sabe que rectificar es de sabios. Algunos incluso cambian de la noche a la mañana. Tamames también pasó por el CDS de Adolfo Suarez con piel de socialdemócrata, cada uno evoluciona como le parece. Me sorprendí porque me pareció una forma poco deportiva de pasarle la pelota a alguien, conociendo la imposibilidad de marcar gol en un partido entre rivales desiguales y con los árbitros comprados.
El señor Tamames es un intelectual muy respetable, seguramente de una talla muy por encima del común de los parlamentarios que tuvieron que escuchar su bronca, pero sus verdades del barquero iban a caer en saco roto, cuando no serían motivo de mofa por cierta pandilla de mariachis ignaros.
Meter al señor Tamames en ese berenjenal iba a ser como poner al abuelo catedrático jubilado a abroncar a unos nietos pandilleros, insolentes y refractarios a cualquier forma de cultura. Si Paco Umbral, que en paz descanse, estuviera entre nosotros, hubiera sido mejor opción para aparecer por el hemiciclo y censurar a Sánchez, su reprimenda hubiera sido más caustica y divertida. Además hubiera podido aprovechar para hablar de su libro.
Al enterarme de que se había producido la filtración, seguramente interesada, del discurso de Tamames, no pude por menos que leerla. La verdad es que en muchas cuestiones estaba de acuerdo con él. Quizás no en la forma, pero si en el fondo.
Trataba de asuntos que no son motivo de la debida atención por parte de los mariachis monclovitas, esos que repiten como papagayos ante los medios las consignas marcadas para ensalzar al amado líder. Hablaba de temas como el vergonzoso y olvidado problema de la vivienda, en el que no entran más que para hacer demagogia, el nefasto y relativista sistema educativo, cada vez más degradado, la imprescindible contención del gasto público y otras muchas, como el lio que están montando con la multitud de géneros y sexos o con la humanización de los animales irracionales.
Para muchos de los temas que tocaba en su discurso ofrecía, aunque fuera de manera generalista, soluciones o vías para acometer los remedios, y en muchas de ellas se entreveía una sincera preocupación social, realismo y una laudable proximidad a los verdaderos problemas de la gente.
EL PROFESOR EN EL PARLAMENTO
Al día siguiente no pude oír más que algunas secuencias del discurso que pronunció como candidato y, aunque me pareció que ciertos fragmentos de su alocución habían sido algo modificados, en general no me pesó haberme perdido prédica, al fin y al cabo lo había leído el día anterior.
Menos me apenó haberme perdido los desproporcionados mítines del presidente y de su becaria Yolanda, nada menos que dos horas y tres cuartos, ¡pa habernos matao! Para mí fue mucho más interesante y provechosa la contrarréplica, dedicada especialmente a cada uno de los intervinientes en el primer turno de réplica, pero sobre todo las destinadas al presidente censurado y a la cámara en general.
Fue entonces realmente cuando Tamames desplegó sus dotes de orador ocurrente, contundente e irónico. Fue en ese momento, y sobre todo al final de la sesión del miércoles, cuando afeó las malas costumbres que se han ido instaurando en este Parlamento y las actitudes insolentes, altisonantes y chulescas de algunos diputados que jamás debieron haber salido de su ancestral e injustamente privilegiado terruño.
Afeó la nefasta costumbre del presidente de alargar innecesariamente sus demagogas diatribas, tan extensas que pronto podrá alcanzar el nivel de pesadez de Castro o de Chávez ¡qué capacidad de mentir durante tanto tiempo! Fue cuando tuvo la oportunidad de poner en su sitio al exaltado escudero Patxi López y a los sectarios Baldoví y Rufián, ese interesado gran desconocedor de los mecanismos de las leyes electorales, entre otros.
Fue cuando les recordó que eran diputados de toda la nación, no del trocito que a cada uno les apeteciera, cuando les conminó a atender los verdaderos problemas del pueblo al que teóricamente representan, a respetar y hacer respetar el español en toda España, a estudiar seriamente los motivos sociológicos del excesivo paro y a dejarse de zarandajas distractoras que no conducen más que al enfrentamiento, la separación, la división y el gorroneo.
Pero, con todo lo que haya podido tener de bocanada de aire fresco en un Parlamento apolillado, no acabo de ver adónde quería llegar VOX con esta moción de censura, más allá de intentar afear la conducta de un presidente ya incorregible, debido al exceso de vanidad y malsana ambición que le caracteriza. Además de buscar unos momentos de protagonísmo, para compensar la sequía a la que les tienen sometidos los medios de desinformación.
La moción poco podía afectar al censurado, porque lleva permanentemente puesto un impermeable por el que resbala cualquier crítica que le caiga, sea o no razonable y venga de donde venga. Además cuenta con el caro paragüas de los medios subvencionados.
De ahí la estúpida sonrisa que esboza cuando le dirigen alguna crítica, le resbala como agua de lluvia. Él a lo suyo, a seguir paso a paso la senda de los autócratas más reputados, hasta lograr perpetuarse en el poder aquí o en cualquier chiringuito globalista del rosco de los 17 colorines.
¿QUÉ REMEDIO HAY?
No es una moción de censura sin perspectivas de éxito la solución para salir del entuerto nacional. El remedio no llegará hasta que seamos todos conscientes de que nos están mintiendo habitualmente, manipulando, empobreciendo y alienando, hasta que despreciemos las migajas con las que pretenden comprar nuestra pasividad y les pidamos cuentas, hasta que aprendamos a defender la verdadera libertad, la justicia y la igualdad, hasta que logremos recuperar el respeto y el reconocimiento al esfuerzo y el mérito.
4 comentarios en “MOCIÓN DE CENSURA. DIALOGO DE SORDOS Y AUSENTES”
Buenos días Luis:
Me gusta y comparto y tu opinión sobre la moción de censura, pero tengo una pregunta respecto a pedirle cuentas al actual presidente: ¿Como lo hacemos si tiene a la judicatura y a sus tribunales bajo control, salvo la aldea gala del CGPJ que por ahora queda libre?
Abrazos
Magnífico resumen de la moción, y mejores conclusiones.
Si, suscribo íntegramente los remedios, pero … Están los españoles dispuestos a luchar por la libertad, la justicia y la igualdad ?
Visto lo visto no me lo parece. Pero sigo esperanzado en que en las próximas elecciones la mayoría sensata llegue a gobernar. Aunque después quemen las calles los apesebrados rencorosos.
Muy de acuerdo, Luis!!! Los españoles no nos merecemos este desgobierno.
Muy preciso, manifestando brillantemente una opinión bien distinta a los análisis que se hacen en las tertulias. Enhorabuena Luiss!