En el año 2015 todos los Estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 objetivos como parte de la llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esa agenda establece, además un plan para lograr los objetivos en 15 años, es decir, para el año 2030.
De la lectura de los objetivos se puede desprender en general la buena voluntad, por parte de los delegados de las naciones, para hacer este mundo más habitable, justo y con futuro. No es que propusieran nada nuevo, casi todo estaba en la mente de cualquier persona decente e inteligente, ellos lo que hicieron fue poner esos deseos “blanco sobre negro”, adornarlos y añadir unos cuantos matices que le dan a esa agenda el tufillo globalista que desprende. Además se pueden apreciar posiciones, más o menos mal disimuladas, en favor de algunas ideas propugnadas por los grandes poderes económicos, de la superación de los Estados-Nación, de un ecologismo de salón y de posturas “políticamente correctas” respecto al feminismo y el aborto, por ejemplo.
En este artículo no voy a referirme a todos los objetivos, porque lo haría excesivamente largo y porque en algún caso no tengo nada importante que objetar. En general todo el texto, que he leído en una página web de la vicepresidencia segunda del gobierno (la que era del amigo Pablo del inefable Pedro), me ha parecido muy afectado por los modos y maneras de la progresía universal. Está repleto de esas palabras que hacen de cualquier discurso algo próximo a la corrección política progre (inclusivo, sostenible, ,,,,), aunque caiga en la incoherencia o la petulancia, además de utilizar de una manera absolutamente incorrecta los géneros gramaticales, según están definidos en la lengua española, manía en la es docta la señora Irene Montero.
El primer objetivo es el FIN DE LA POBREZA, dentro del cual me llamó la atención la meta definida como RESILIENCIA A DESASTRES ECONÓMICOS, SOCIALES Y AMBIENTALES:
“De aquí a 2030, fomentar la resiliencia de las personas pobres y las que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos relacionados con el clima y otras perturbaciones y desastres económicos, sociales y ambientales”.
Se podría interpretar, según la definición que ofrece la RAE de la RESILENCIA (la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos), que se pretende preparar a las personas pobres y vulnerables, que tal y como parece que van las cosas cada vez seremos más, a la adversidad en general, como si se deseara contar con una población cada vez más resistente y menos molesta o respondona para los órganos futuros de poder.
El tercer objetivo es el referido a SALUD Y BIENESTAR, del que la me ha llamado la atención la meta referente a GESTIÓN DE RIESGOS SANITARIOS:
“Reforzar la capacidad de todos los países, en particular los países en desarrollo, en materia de alerta temprana, reducción de riesgos y gestión de los riesgos para la salud nacional y mundial”.
En la actualidad, todavía en plena pandemia, este objetivo parece una broma macabra, pues ha quedado demostrado que los gobernantes de la mayor parte de los Estados han descuidado durante muchos años, a pesar de las advertencias de los entendidos, su responsabilidad en todo lo referente a la previsión, preparación y respuesta ante situaciones de riesgo bacteriológico o químico provocadas o debidas a accidentes fortuitos.
El cuarto objetivo trata de la EDUCACIÓN DE CALIDAD, en el que he fijado mi atención en la meta sobre la EDUCACIÓN GLOBAL PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE:
“De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible”.
En la redacción de este objetivo vuelven a la carga sobre el asunto del género, cuando deberían referirse al sexo, pues el género es simplemente una diferenciación gramatical. Por otro lado hacen única referencia a educación en una ciudadanía mundial, obviando toda referencia a la propia la Nación, a su cultura, a sus símbolos y tradiciones.
El quinto objetivo trata de la IGUALDAD DE GÉNERO y dentro de él hay dos metas que me han llamado especialmente la atención. La primera es la del TRABAJO DE CUIDADOS DOMÉSTICOS:
“Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país”.
Me resultó casi ofensivo leer este apartado, pues en España nunca se ha reconocido realmente el valor del trabajo en el hogar y del cuidado y crianza de los hijos. Ni siquiera se tiene en cuenta, de una manera apreciable, para el cálculo de la edad la edad de jubilación, en el caso de mujeres que han dedicado parte de su vida a la crianza de sus hijos, dedicación que es y ha sido un bien social indudable. Además, ¿cómo podemos creer en esa pretensión, cuando la tendencia es endurecer las condiciones para obtener la jubilación?
En cuanto a la otra meta que trata de SALUD SEXUAL Y REPRODUCCTIVA Y DERECHOS REPRODUCTIVOS esta redactada así de escuetamente:
“Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos finales de sus conferencias de examen”.
Después de informarme sobre el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo y la Plataforma de Acción de Beijing de 1995, Beijing+5 y Beijing+10, me llamó la atención su evolución hacia posiciones feministas y proabortistas, similar a la evolución general de la moderna izquierda política de caviar y chalé hacia la defensa de multitud de posiciones y banderas que nada tienen que ver con el origen de sus fundamentos ideológicos. Según el mencionado programa de acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, celebrada en El Cairo, en septiembre de 1994, se instaba a todos los gobiernos y a las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales a reducir el recurso al aborto mediante la prestación de más amplios y mejores servicios de planificación de la familia. Similar idea era sustentada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995), sin embargo en las sucesivas Asambleas Generales Beijing+5, Beijing+10, se ha observaba una evolución hacia las tesis feministas proabortistas, que son las que actualmente subyacen en la Agenda 2030.
En el octavo objetivo que versa sobre el TRABAJO DECENTE Y CRECIMIENTO ECONÓMICO, me llamaron la atención varias de sus metas. La primera trata de la ESCLAVITUD, TRATA Y TRABAJO INFANTIL:
“Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”.
Supone para mi esta intención una escandalosa contradicción, teniendo en cuenta la actuación de esas multinacionales tan amigas de la globalización y de los gobiernos que las apoyan, que miran para otro lado cuando se les afea el tipo de mano de obra que emplean en la fabricación de sus productos.
De la misma manera me parece contradictorio que se favorezca la deslocalización de empresas, llevando el trabajo a países en vías de desarrollo o del tercer mundo, pero no se globalicen los derechos laborales, los salarios dignos y las condiciones adecuadas en los centros de trabajo, cosa que se debería estar intentando a tenor de lo acordado en la meta sobre DERECHOS LABORALES Y TRABAJO SEGURO:
“Proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos las personas trabajadoras, incluidas las migrantes, en particular las mujeres migrantes y las personas con empleos precarios”.
En cuanto a la meta titulada OBJETIVO INDUSTRIA, INNOVACIÓN E INFRAESTRUCTURA:
“Promover una industrialización inclusiva y sostenible y, de aquí a 2030, aumentar significativamente la contribución de la industria al empleo y al producto interno bruto, de acuerdo con las circunstancias nacionales, y duplicar esa contribución en los países menos adelantados”.
Me parece absolutamente impresentable suscribir esa redacción por parte de unos gobiernos, los nuestros y muchos otros, que no se han preocupado en absoluto por los desastrosos efectos de la desindustrialización que se inició en los años 80 y que se han movido casi exclusivamente en favor del tercer sector y de la construcción, empeorando de manera grave la estructura productiva del país y provocando un desempleo estructural excesivamente alto.
Otra meta de este octavo objetivo se refiere al ACCESO DE PYMES A SERVICIOS FINANCIEROS Y CADENAS DE VALOR:
“Aumentar el acceso de las pequeñas industrias y otras empresas, particularmente en los países en desarrollo, a los servicios financieros, incluidos créditos asequibles, y su integración en las cadenas de valor y los mercados”.
Otra grave contradicción entre los supuestos deseos y la realidad de la gestión de nuestros gobiernos y de este en particular. En España aproximadamente 95% de las empresas son PYMES, debería ser, por ello, un sector muy cuidado y valorado, pues su actividad interviene en una gran proporción en el PIB y en el empleo. Sin embargo, están sometidas a la competencia de las grandes compañías de comercialización, de distribución y de las empresas deslocalizadas, además de estar olvidadas por unos gobiernos abducidos por los mantras de la globalización, la Agenda 2030 y demás gaitas demagógicas que nos quieren hacer tragar.
La guinda dentro de este octavo objetivo la pone la meta dedicada al ACCESO A TIC E INTERNET:
“Aumentar significativamente el acceso a la tecnología de la información y las comunicaciones y esforzarse por proporcionar acceso universal y asequible a Internet en los países menos adelantados de aquí a 2020”.
Tan loable pretensión no se corresponde con la realidad del mundo rural español, en el que se carece de las mínimas condiciones para poder desarrollar cualquier tipo de negocio o actividad que requiera un acceso a internet con una velocidad de datos adecuada. Con esa consentida situación no se hace nada para cambiar la situación de vacío demográfico de grandes zonas de la geografía española y se hace seguidismo de la tendencia a concentrar la población en megaciudades de difícil gestión y sostenimiento, si bien facilitan el control de las personas y las acerca a los centros de producción concentrados.
Sobre el objetivo de la REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES, el décimo, he de reconocer que es difícil no estar de acuerdo con las metas propuestas, otra cosa es que se esté actuando con mejor o peor fortuna. Solo me detendré en comentar, por llamativa en el caso del gobierno español, la meta sobre MIGRACIÓN Y POLÍTICAS MIGRATORIAS:
“Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas”.
Como puede observarse, prácticamente ninguna de las características o condiciones que se ponen a la migración en este documento se pueden observar en la actuación de nuestro gobierno al respecto. Al contrario, el ejecutivo viene provocado un efecto llamada y a la vez de que se pavonea de su labor en favor la Agenda 2030, cuando en realidad su política migratoria es todo lo contraria a algo planificado y bien gestionado.
“De aquí a 2030, asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales”.
Un encomiable objetivo que no se corresponde con los hechos en nuestro país, en el que la vivienda ha alcanzado unos precios inasumibles para una buena parte de la población, sobre todo para los jóvenes, tanto en la venta como en el alquiler. En España falta una apuesta decidida del Estado para proporcionar viviendas sociales de calidad, ofrecer suelo público para la promoción de viviendas asequibles y potenciar la rehabilitación del gran parque de vivienda vacía necesitada de mejora. En cuanto a los barrios marginales, si bien se ha mejorado bastante el urbanismo en muchas ciudades, han aparecido y resurgido bolsas de marginación, segregación y delincuencia, sobre todo en las grandes ciudades y que, en algunos casos, es consecuencia del descontrol migratorio tratado anteriormente.
Los objetivos décimotercero, décimocuarto y décimoquinto tratan, respectivamente sobre EL CLIMA, LA VIDA SUBMARINA Y VIDA DE ECOSISTEMAS TERRESTRES. He de reconocer que tanto en la recurrente cuestión del clima como en la de la vida submarina se están haciendo esfuerzos por mejorar la situación. Sin embargo hay aún fuertes resistencias, tanto en el mundo industrial como por parte de algunos Estados, a adoptar las medidas solicitadas en este acuerdo o, por ejemplo, en las conferencias sobre el clima. El mayor exponente de ese desprecio lo constituye China y después, posiblemente, Rusia y/o EEUU, aunque en todos los sitios cuecen habas, incluso aquí. Y en estos aspectos no hay que ser un camicace del supuesto cambio climático, pero cualquiera que haya buceado algunas veces puede haberse dado cuenta de la cantidad de plástico que hemos vertido al mar y de las nefastas consecuencias que eso tiene en la fauna marina. Se debe ser más decidido, no hay que tener tantos estúpidos reparos. Hasta el rey de Marruecos, Mohamed VI, controvertido personaje, hace años tomo una decisión que ha librado a su país de aquella penosa imagen de millones de bolsas de plástico desplazándose sobre grandes superficies de tierra. Simplemente se atrevió, echo para delante y las prohibió, claro que allí su palabra es ley. Por aquí eliminar o disminuir los plásticos nos costaría unas cuantas comisiones parlamentarias, otras tantas reclamaciones judiciales y algún pleno que otro, pero habrá que asumirlo y empezar.
En cuanto a la vida de los ecosistemas terrestres hay tres metas que tengo que tratar. La primera es la GESTIÓN SOSTENIBLE DE BOSQUES:
“De aquí a 2020, promover la puesta en práctica de la gestión sostenible de todos los tipos de bosques, detener la deforestación, recuperar los bosques degradados y aumentar considerablemente la forestación y la reforestación a nivel mundial”.
En España no se si se trabajará seriamente en ello a partir de ahora, cosa que no creo, pero hasta ahora no se han iniciado acciones serias y efectivas contra la desforestación o a favor de la reforestación y la limpieza de bosques. Se ha pasado el plazo (2020) y no se ha hecho porque no se ha querido. Solo hay que tener en consideración la cantidad de gente que está cobrando algún tipo de prestación del Estado, por estar en paro, por el PER, o por lo que sea, y que esta en buenas condiciones físicas, y considerar así mismo la posibilidad de que, por algún incentivo añadido, se les pidiera devolver con su trabajo lo que la Nación hace por ellos
La segunda meta que tengo que tratar, aunque solo sea por el lugar donde vivo, es la de la LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN:
“De aquí a 2030, luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con efecto neutro en la degradación del suelo”.
En este caso el plazo de tiempo (2030) para lograr el objetivo es mayor, pero no me da ninguna tranquilidad en cuanto a la posibilidad de que se vaya a cumplir. La política de baja estopa que se ha hecho con el Plan Hidrológico Nacional ha logrado su paralización, en parte debido a intereses insolidarios de algunas CCAA, dejando al albor de la nada favorable climatología la posibilidad de intentar salvar grandes extensiones de tierra de la desertización.
La tercera meta a la que referiré dentro de los ecosistemas terrestres es la DEGRADACIÓN Y PERDIDA DE BIODIVERSIDAD:
“Adoptar medidas urgentes y significativas para reducir la degradación de los hábitats naturales, detener la pérdida de biodiversidad y, de aquí a 2020, proteger las especies amenazadas y evitar su extinción”.
Otro objetivo que se ha incumplido y, por lo que parece se va a seguir así. Se han declarado varias zonas como parques naturales, nacionales, regionales, etc, pero esas tierras, tan del gusto de los urbanitas para su solaz pasajero, no son las únicas en las que hay que preservar la biodiversidad. Con las neuras y las fobias de ecologistas y animalistas de salón se están dañando actividades que propician de manera importantísima la biodiversidad, el control de especies y el mantenimiento de la economía en muchas áreas rurales de España: la trashumancia, la caza, la cría del ganadería brava o la ganadería extensiva.
Seguiría poniendo pegas a la Agenda 2030 o, más bien, a los que izan su bandera y llevan sus colorines en la solapa, sin sentir ninguna vergüenza por sus acciones contrarias a la misma, pero creo que con esta ración es suficiente. Para terminar, no puedo dejar de expresar mi sensación de desaliento y estupefacción al ver a semejantes personajes, tan mentirosos como locuaces, llenarse la boca con la Agenda 2030 y poner en práctica políticas contrarias o hacer una gestión nefasta en otros casos. Me da la sensación de que están utilizando la dichosa Agenda 2030, con sus defectos y virtudes, como otra bandera más a utilizar por todos aquellos que singuen sin tener claro su norte, o que lo han perdido del todo. Por eso la lleva Pedro Sanchez y muchos de sus secuaces.
Zaragoza, ciudad rodeada de desierto, 6 de junio 2021
LUIS BAILE ROY
1 comentario en “LA AGENDA 2030. UN CANTO DESAFINADO AL SOL”
Como dice la canción : Parole, Parole,Parole.
Palabras, buenas intenciones y nada más.
Los políticos mienten más que hablan.
Hechos y acciones y no buenas palabras e intenciones, es lo que exijo a los políticos, todo lo demás es un brindis al sol.
Enhorabuena Luis.
Un fuerte abrazo.